Como un flan. Así me acosté y así me levanté, aunque a decir verdad, no dormí mal del todo. Dejo preocupada a Miriam, mi pareja, 21 kms le parecen muchos… Carlos y Rebeca sonríen cuando, con cinco minutos de retraso, me ven entrar atropelladamente en el coche: “pensábamos que te habías dormido”. Subimos a Villanueva y en un momento ya estamos repartidos en los coches. Por las caras de ilusión parece una de esas mañanas en las que te vas de vacaciones a la playa. David Alonso, Supercoco, me llama al móvil “oye, que vengo del pueblo y que no tengo pantalones, que se me han olvidao, que si tenéis, que me los dejéis”, no hay problema compañero, has contactado con la Hormiga Atómica, un personaje precavido. Desayuno en el coche, entre pitos y flautas, incluso con la ropa preparada, no me dio tiempo. Un plátano, una barrita de cereales y un poco de falsiquarius del Mercadona son mi sustento. Sigo inquieto.
Llegada a Getafe. Aparcamos relativamente cerca del meollo y nos lanzamos a por los dorsales. El mío el 1266. Tomamos una manzanilla para hacer tiempo y demás, vuelta a los coches: imperdibles, dorsales, chips, vaselina, estiramientos, ya estamos preparados. Bueno, eso creía, en el calentamiento noto, afortunadamente, como se me cae el chip de la zapatilla. Me lo pongo y ahora a buscar a Supercoco: hay que darle el dorsal y los pantalones. Voy trotando con Juan, quedan 10 minutos para la salida. Por fin veo a Laura, su chica, y se lo doy a ella, “está calentando por ahí, nervioso”, pues yo tengo que ir al servicio, visita de rigor justo antes del pistoletazo. Ya en la línea de salida una vez localizados el resto de superhéroes, me pongo en la cola del grupo, ya no me escapo. “Cada oveja con su pareja”, grita alguien, la mía: Supercoco, que pesao el tío…
Pim, pam, pum. Cuando me doy cuenta ya llevamos 3 kilómetros, alguien detrás nuestra grita: “esos de Villanueva que van sobraooos”, más quisiera. El caso es que no me suena el tío de nada, pero me doy la vuelta y lo saludo. La larga recta del circuito pica un poco hacia arriba. Vamos prudentes, cómodos, a 5´30 el km, charlando de vez en cuando. El “objetivo” inicial es acabar en 1h y 55min: ambiciosos ¿eh?. Eso supone 5´27 el km según me dijo el ingeniero un par de veces durante la semana.previa. Km 6, un personaje que veremos varias veces durante la carrera, se me cruza, tropiezo y falta poco para que me caiga… “¡penalty y expulsión!”, dicen los de atrás, tienen un ángulo perfecto, llevan razón. Una repetición lo hubiese confirmado. El tipo se disculpa. Seguimos. En el km 7 el Sr. Supercoco tiene calor, por lo que hay que hacerle de perchero mientras se quita la camiseta termica comprada en wiggle.com. La operación milimétricamente planificada para 100m dura medio km al estar enganchada su camiseta amarilla con la de debajo con un imperdible del dorsal. Vamos bebiendo en todos los puestos y a mitad de carrera tomaremos un poco de glucosa de esas de Isostar, que por lo visto es como un Aquarius sin agua. Kms 8 y 9, adoquinados, centro de Getafe, gente vestida de domingo anima. “Luego por aquí, en la segunda vuelta volamos”, nos decimos. Qué inocentes.
Bueno, pues el ecuador de carrera se ha cumplido y hemos pasado el km 10 en 55´ y medio, más o menos. Según lo previsto. Las sensaciones son buenas, llevan siendo buenas, salvo algún momento, toda la carrera, pero somos los últimos clasificados del Club. Rebeca y Laura nos animan y hacen fotos.
Aprovechamos el km 11 para meter una marcha más, así, iremos a 5´15 el km hasta el 17. Las piernas se me empiezan a cargar un poco, vamos bien, pero nuestro gesto ya no es tan fresco. David se malhumora con un voluntario de un puesto de avituallamiento: “el tío, se pone a dar agua con una mano sólo, ¡me he tenido que parar!”, dice. Un grupo de abuelas me saca otra sonrisa cuando nos animan con ímpetu. El tipo que me hizo penalty hace ya 10 kms nos vuelve a adelantar cuando levanto la cabeza y diviso una gorra naranja con camiseta amarilla: es Pepe Jaén, que con ese pundonor que le caracteriza, lucha por lo que queda de carrera. Una testa a la saca, algo es algo. No sería la única, je, je. Ya veréis…
Por supuesto que no volamos sobre el adoquinado como nos habíamos prometido en la primera vuelta, pero ya vamos a 5´ el km, quedan 4 y lo estamos consiguiendo. Otra vez el amonestado queda atrás, ya no lo volvería a ver. El km 20 lo sufro, noto una ampolla en el pié derecho, pero mantengo el ritmo. Así llegamos al último km, punto donde se generan las emociones fuertes. Supercoco que va tocadete (yo no voy mucho mejor) me dice algo así como “tira anda” (luego en el Juliemi diría que me dejó pasar en compensación a lo del dorsal, los pantalones, el hacerle de perchero, etc), ok otra testa más que me llevo y que me sabe estupendamente: no está la Hormiga Atómica acostumbrada a estás cosas. Total, que me escapo unos 50 -100m y antes de girar a la derecha para entrar en el estadio, veo a través de la valla a Bea y a Javivi. A por ellos, me digo, por lo que aprieto todo lo que puedo, me hago ilusiones por pillarlos, pero en la recta de meta también esprintan y me quedo con las ganas. Al final 1:51:46 de tiempo real y contentísimo con mi primera media. Espero la llegada de David y tras pasear un par de minutos entregamos el chip y recogemos la bolsa del corredor con Bea y Javivi. Llegamos donde están todos y nos felicitan. Rebeca me da mi teléfono y llamo a Miriam para decirle lo encantado que estoy. Vuelta para Villanueva. Lo celebro tomando una cerveza con mis amigos del C.A. Villanueva, ¿se puede pedir más?, pues sí: ¿1h y cuarenta y tantos minutos en la próxima?, ¡ah! y curar la ampolla que igual me impide subir a los rondos este martes…
Llegada a Getafe. Aparcamos relativamente cerca del meollo y nos lanzamos a por los dorsales. El mío el 1266. Tomamos una manzanilla para hacer tiempo y demás, vuelta a los coches: imperdibles, dorsales, chips, vaselina, estiramientos, ya estamos preparados. Bueno, eso creía, en el calentamiento noto, afortunadamente, como se me cae el chip de la zapatilla. Me lo pongo y ahora a buscar a Supercoco: hay que darle el dorsal y los pantalones. Voy trotando con Juan, quedan 10 minutos para la salida. Por fin veo a Laura, su chica, y se lo doy a ella, “está calentando por ahí, nervioso”, pues yo tengo que ir al servicio, visita de rigor justo antes del pistoletazo. Ya en la línea de salida una vez localizados el resto de superhéroes, me pongo en la cola del grupo, ya no me escapo. “Cada oveja con su pareja”, grita alguien, la mía: Supercoco, que pesao el tío…
Pim, pam, pum. Cuando me doy cuenta ya llevamos 3 kilómetros, alguien detrás nuestra grita: “esos de Villanueva que van sobraooos”, más quisiera. El caso es que no me suena el tío de nada, pero me doy la vuelta y lo saludo. La larga recta del circuito pica un poco hacia arriba. Vamos prudentes, cómodos, a 5´30 el km, charlando de vez en cuando. El “objetivo” inicial es acabar en 1h y 55min: ambiciosos ¿eh?. Eso supone 5´27 el km según me dijo el ingeniero un par de veces durante la semana.previa. Km 6, un personaje que veremos varias veces durante la carrera, se me cruza, tropiezo y falta poco para que me caiga… “¡penalty y expulsión!”, dicen los de atrás, tienen un ángulo perfecto, llevan razón. Una repetición lo hubiese confirmado. El tipo se disculpa. Seguimos. En el km 7 el Sr. Supercoco tiene calor, por lo que hay que hacerle de perchero mientras se quita la camiseta termica comprada en wiggle.com. La operación milimétricamente planificada para 100m dura medio km al estar enganchada su camiseta amarilla con la de debajo con un imperdible del dorsal. Vamos bebiendo en todos los puestos y a mitad de carrera tomaremos un poco de glucosa de esas de Isostar, que por lo visto es como un Aquarius sin agua. Kms 8 y 9, adoquinados, centro de Getafe, gente vestida de domingo anima. “Luego por aquí, en la segunda vuelta volamos”, nos decimos. Qué inocentes.
Bueno, pues el ecuador de carrera se ha cumplido y hemos pasado el km 10 en 55´ y medio, más o menos. Según lo previsto. Las sensaciones son buenas, llevan siendo buenas, salvo algún momento, toda la carrera, pero somos los últimos clasificados del Club. Rebeca y Laura nos animan y hacen fotos.
Aprovechamos el km 11 para meter una marcha más, así, iremos a 5´15 el km hasta el 17. Las piernas se me empiezan a cargar un poco, vamos bien, pero nuestro gesto ya no es tan fresco. David se malhumora con un voluntario de un puesto de avituallamiento: “el tío, se pone a dar agua con una mano sólo, ¡me he tenido que parar!”, dice. Un grupo de abuelas me saca otra sonrisa cuando nos animan con ímpetu. El tipo que me hizo penalty hace ya 10 kms nos vuelve a adelantar cuando levanto la cabeza y diviso una gorra naranja con camiseta amarilla: es Pepe Jaén, que con ese pundonor que le caracteriza, lucha por lo que queda de carrera. Una testa a la saca, algo es algo. No sería la única, je, je. Ya veréis…
Por supuesto que no volamos sobre el adoquinado como nos habíamos prometido en la primera vuelta, pero ya vamos a 5´ el km, quedan 4 y lo estamos consiguiendo. Otra vez el amonestado queda atrás, ya no lo volvería a ver. El km 20 lo sufro, noto una ampolla en el pié derecho, pero mantengo el ritmo. Así llegamos al último km, punto donde se generan las emociones fuertes. Supercoco que va tocadete (yo no voy mucho mejor) me dice algo así como “tira anda” (luego en el Juliemi diría que me dejó pasar en compensación a lo del dorsal, los pantalones, el hacerle de perchero, etc), ok otra testa más que me llevo y que me sabe estupendamente: no está la Hormiga Atómica acostumbrada a estás cosas. Total, que me escapo unos 50 -100m y antes de girar a la derecha para entrar en el estadio, veo a través de la valla a Bea y a Javivi. A por ellos, me digo, por lo que aprieto todo lo que puedo, me hago ilusiones por pillarlos, pero en la recta de meta también esprintan y me quedo con las ganas. Al final 1:51:46 de tiempo real y contentísimo con mi primera media. Espero la llegada de David y tras pasear un par de minutos entregamos el chip y recogemos la bolsa del corredor con Bea y Javivi. Llegamos donde están todos y nos felicitan. Rebeca me da mi teléfono y llamo a Miriam para decirle lo encantado que estoy. Vuelta para Villanueva. Lo celebro tomando una cerveza con mis amigos del C.A. Villanueva, ¿se puede pedir más?, pues sí: ¿1h y cuarenta y tantos minutos en la próxima?, ¡ah! y curar la ampolla que igual me impide subir a los rondos este martes…
13 comentarios:
Parece mentira que un medio maratoniano se raje por una simple ampolla en el pie!!!!! somos hombres o somos nenas, hormiga????
Pd: que no se me enfaden las mujeres del club por lo de "nenas"
La cagaste Carlitos "Rubio" te van a llover por todos lados....
menuda maquinorra!!! enhorabuena por esa media y por ese tiempo... por lo que cuentas fuiste de menos a mas como los güenos, güenos!!!
Chicos, pedirle una talla mas de camiseta que ya no cabe en la suya.
Yo no habria dicho nada de lo de las nenas. Por cierto todavia me estoy descojonando con lo del cambio de camiseta y el imperdible de david.
Vale muy bien todo muy bonito, muy emotivo, paz y amor y lo hacemos en el salon, PERO siempre añadiendo puntos, nunca restando.
Enhorabuena a los dos sois unos fenomenos.
Por lo que he podido apreciar en la charla que nos has transmitido, hoy no tenias mucho trabajo o por el contrario llevas dos dias en casa sin poder moverte, pero no pasa nada, las sensaciones que has sentido a la llegada lo merecen y quedate con esas sensaciones que al fin y al cabo son las que hace grande este deporte.
Me parto con el tio Miguelito,como te gusta el cachondeo!!!!
Ya os contaré mi versión de los hechos. Vaya mañanita que pasé, me ocurrió de todo...
Yo no sé ue están esperando las chicas del club para darle caña al tío del mazo....Al menos espero que rebeca le ponga las pilas en "petit comite".
pd: parece que los estoy viendo a los dos, pa mearse vamos¡¡¡jeje¡¡
pd2: Es que mi querida hormiga, la mujer invisible es correosa cuando le quedan 100m
cuando digo "los dos " me refiero a supercoco-hormiga atómica
Enhorabuena Carlitos,no me quiero ni imaginar el pedazo de crónica que te vas a cascar cuando corras un Maratón.
Las sensaciones de la primera vez son las mejores,a disfrutarlas.
No me los presiones araña....
El reloj esta al caer, tatatachan.
Que si patatín unos, que si patatán otros, ya hablaremos. No sé, pero lo que sí he conseguido con esta crónica es que en casa lean el blog, se rían con los parecidos razonables y quieran acompañarme a Pastrana. Je, je, no diré increible...
Muy bien Carlitos, yo también llegué con, no una, varias ampollas en los pies y esta semana de baja en casa, no se si es por la carrera o por que ya me estaban avisando las lumbares. Una muy buena crónica sí señor y de menos a más como los campeones, yo los últimos kms sufrí como nunca.
La carrera me pareció un poco aburrida y más dura que Guada, al menos las cuestas luego te dan tregua para descansar, aquí no.
Bueno chic@s espero recuperarme pronto y volver a entrenar con vosotros.
Un saludo desde el sofá de mi casa.
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