EL ERUDITO



Con el propósito de empezar en el “mundillo” se compro unas ZAPATILLAS PARA CORRER , pero antes de comenzar a hacerlo quiso saber todo sobre el tema. Investigo y se sumergió en los diferentes consejos que todos le dieron o que leyó entre las sombras de los libros. Con el paso de los años sabia tanto que fue él quien daba sugerencias a los demás. Y como vio que tenía una facilidad innata para discernir las cosas, contarlas e incluso adornarlas hasta los limites más allá de la propia realidad, se puso a escribir sus propios  libros de ficción que llegaron a ser auténticos best seller de literatura didáctica, columnas en periódicos, secciones  en revistas de la materia y una página web con miles de millones de visitas diarias.



Llegada la actualidad y cautivados por su sabiduría atlética, much@s atletas de todo el mundo, profesionales y populares, acuden ante él a diario. Reunidos frente al atleta filosofo, en el salón de su propia casa, entre el humo del incienso, le piden consejos que él nunca niega, gustoso, sobre el ritmo adecuado para cada cual en el duro maratón, en el diez mil o en la rapidísima milla. De cómo se procede adecuadamente a realizar los cambios de ritmo. De cuando son necesarias las cuestas y la postura correcta para afrontarlas. 


                                       "Son tantas las dudas"



Él les calma con las palmas de las manos hacia abajo, toma su taza de té con la mano derecha, da un sorbo, sonríe, abre la boca, y de sus labios fluyen doctrinas. Que ávidos, l@s atletas anotan en sus cuadernos, como si todo lo que dijese el sabio atleta fuese para ellos un hallazgo.



Le interrogan sobre dietas disociadas. ¿Hidratos o proteínas? Cuando y como estirar. Cada cuantos kilómetros y qué cantidad de líquido han de beber. Si es bueno o malo competir mucho. De los ciclos y los mesociclos. Del umbral anaeróbico  y la acumulación del lactato.


                                   "Son tantas las dudas"


Él les sonríe y guiña un ojo, mostrándose siempre como un experto en cada materia, les exhorta con voz grave ejerciendo como el idóneo cicerone, sobre el tipo de prendas deportivas que han de vestir en cada estación. El modelo de zapatillas, el tipo de pisada. Como atarse los cordones. En qué lugar aplicarse vaselina…..



Hay momentos que, embriagado de popularidad, les deleita con sus vivencias, de cómo batió tal o cual record del mundo. Como corrió descalzo  desde Algeciras a Cadaqués por la orilla del mar. Como soporto 300 Km a 4:30 por las arenas del desierto de Tabernas, bajo el sol Almeriense. De qué manera subió caminando hacia atrás las cimas más altas de la tierra sin oxigeno artificial, o como corrió los cien metros en el Olímpico de Atenas, bajo la atenta mirada de los dioses paganos. Indicándoles al final que todo lo pueden encontrar en tal o cual libro escrito de su puño y letra, de esta u otra editorial, que publico en tal o cual año, en esta u otra librería situada en no se que Centro Comercial al Este u Oeste.





Al final del día, cuando empieza a anochecer, l@s atletas que vinieron de todos los confines de la tierra, ya sean populares o profesionales, recogen los lapiceros, el bloc de notas y las cámaras con las que se han retratado con el atleta erudito, y se marchan a entrenar, cada cual a su pueblo o ciudad, con el papel y las piernas llenas de juiciosas expectativas.



Él, con los ojos llenos de una feliz melancolía, mira desde el porche de su casa como se alejan tod@s por el camino que lleva a la salida de su finca, antes de bajar al sótano de su casa, calzarse y atarse, desatarse y descalzarse aquellas ZAPATILLAS PARA CORRER  que se compro hace 30 años para empezar en esté "mundillo" y, que jamás llego a estrenar….



MORALEJA:



"Existen millones de preparadores, consejeros, entrenamientos y métodos para que mejores. Pero solo tienes una vida. CORRE".

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