El descubrimiento - Crónica Costa Blanca Trail



Por Isaac Pinto.  



Desde el segundo después de haber realizado la inscripción al Ultra Trail de Costa Blanca en su modalidad de 84K, en mi cabeza rondaba el mismo pensamiento: -Te has confundido otra vez de distancia. Pero nada me hacía presagiar que iba a ser un fin de semana de sorpresas.

Tras realizar la inscripción con mi compañero de fatigas “El Cuñao”, me dije a mi mismo que me había vuelto a colar. Desde Mamocu, pasando por El Calar del río mundo, hasta Guara Somontano, las distancias que había elegido siempre eran las largas o casi largas, y en las tres me había pasado lo mismo, que las distancias bonitas eran las medias o cortas. Por eso semanas antes de Costa Blanca en mi cabeza rondaba (hablo ya en pasado jejeje) la idea de bajar un poco las distancias de las carreras que hacía: -Después de Costa Blanca bajo el kilometraje.

Y con esos pensamientos me fui hasta Benidorm el fin de semana del 16 de noviembre dentro de una expedición de corredor@s y acompañantes, dispuestos a descubrir un nuevo territorio, Benidorm. ¿¿¿¿Benidorm????
o_O
Sí, Benidorm. Con la idea de por lo menos pasar un fin de semana de fiesta con los amigos y familiares, porque la carrera lo mismo era un bodrio.

Llegamos a la ciudad de los rascacielos el viernes al medio día, y lo primero que ves es el enjambre al que estás apunto de meterte. No había estado nunca en Benidorm y lo primero que me sorprendió es la fiesta que hay, en pleno noviembre, abarrotado de guiris borrachos y gente que ya había pasado la pubertad hace algunas décadas. Recogida de dorsales, cervecitas por la tarde, una cena de pinchoteo con los amigos y algún que otro “famoso”, y a dormir que nos espera un gran día.

Nos levantamos muy temprano, no digo la hora que me da vergüenza, pero era de noche. Y nos fuimos hasta Finestrat para tomar la salida de un Costa Blanca Trail de 84k y 5.100mD+ perteneciente a la copa de España de Ultra distancia de la FEDME. Comenzamos la primera subida al Puig Campana, emblemático pico con una silueta muy característica que te hace reconocerlo desde la distancia, coronándolo en alrededor de 1h30 sus más de 1.000mD+

Hasta aquí lo esperado, una tremenda subida, técnica, de noche, sin nada de frío y forzando lo justo que quedaba mucho por delante. A partir de aquí fue una sorpresa tras otra. Comenzamos con una bajada técnica de la que disfrutamos de manera contenida por dos motivos, el primero porque siempre nos pasa lo mismo, que bajamos demasiado a lo loco, y luego lo pagamos (quedaba mucho) y lo segundo porque mi confianza no estaba del todo recuperada después de la estúpida caída que sufrí en el pico Centenera, que me hizo perderme el Maratón de los Galayos y penar mucho en Guara Somontano. Llegamos al Km15 en 3h30 despacito y con calma.

La segunda subida otra sorpresa, parecía que iba a ser la más asequible porque era tendida pero no muy larga. A mi se me hizo algo de bola, pero sufriendo, sufriendo llegué al km 32 tras mi inseparable compañero hasta el pico Mallada del Llop con unas vistas increíbles en 6h20. Parecía que en Benidorm no había montaña, pero sí que había sí. En seguida la bajada en la que disfrutamos algo más, no porque nos dejásemos llevar, si no porque hicimos algo parecido a Snow en una pedrera alucinante, muy divertida.



Y así llegamos al km 42 en 7h45, mitad de camino, lo mismo hecho que por hacer, nos quedaba otra maratón, con el aliciente que había bastante menos desnivel, pero las fuerzas no eran las mismas. Repostamos un “rato” – aquí tengo que decir que cada vez que paramos el Cuñao y yo en un avituallamiento lo hacemos a conciencia y con ganas, nos tomamos todo el tiempo del mundo – y después de repostar largo y tendido comenzamos con la segunda parte de nuestra aventura. Los avituallamientos eran excepcionales, la organización fue otro gran descubrimiento, no sé si es por la carrera de Finestrat, por la gente de la zona de Alicante o porque pertenece a la copa de España, pero en pocas carreras he estado tan cuidado, y lo digo así, cuidado, como en esta.

Nos encaminamos al punto más alto de la carrera y de la zona, el pico Aitana con sus 1.557m de altitud, una subida muy muy larga, casi toda corrible (en otras condiciones claro) que hicimos poco a poco, yo detrás siempre del Cuñao, se me volvió a hacer algo de bola al final. Llegamos al km 52 en unas 10h aproximadamente. Comenzamos a bajar, esta vez no fue tan divertida. Las fuerzas empezaban a escasear, la noche se comenzaba a echar encima y era una de las más técnicas que he hecho, me recordó en algunos momentos a Galayaos. Y aquí vino otra sorpresa, el Cuñao, que me llevaba todo el día con la lengua fuera como un Titán me suelta: -abajo me retiro. O_o -No te lo crees ni tú, le dije. Expusimos nuestras razones calmadamente, llegamos al avituallamiento del km66, nos tomamos 2 cafés, 4 caldos, un plato de paella….. le cogí de una oreja y le dije tira, tira,… que me tienes contento. Y así fue, empezó a tirar de nuevo como un animal, maaaadre.

En seguida llegamos al km 75 en 14h45, ya sólo nos quedaba una subidita y todo bajada. Otro descubrimiento es que los planos de las carreras ultra trail no son iguales a los de una carrera de 20k con 1.000mD+, las rayitas de los km pasan muy despacio y los piquitos pequeños son subidas de 500m como poco. Comenzamos una bajada que hicimos a todo lo que daban las piernas, no había que guardar ya nada, la emoción de la meta nos inundaba, la adrenalina estaba a tope, el reto estaba cerca de superarse y no se veía un pimiento más allá de nuestros frontales (no vimos el cortado que estábamos bajando), así que llegamos a Finestrat, después de 84km en 16h15. Si me pidieran describir esta carrera diría que es una carrera que lo tiene todo: técnica, dura, larga, bonita, divertida, sendas de todo tipo, bosques, piedras, pedreras. Lo único que no tiene son tramos de enlace, esos caminos largos y llanos que suelen meter de relleno o para enlazar una subida con otra, en esta carrera no los encontré.



También me sorprendió que después de todo tuviera fuerzas para tomarme al menos una cerveza con mis amigos y familiares. Se puede decir que descubrí muchas cosas en esta aventura, en este segundo o tercer reto deportivo de la temporada, descubrí que Benidorm tiene montaña, que las carreras de la FEDME o esta en concreto son la leche, que la organización fue especial, que mis compañeros de aventura en otras distancias (Nati, Laura, Sonia, Rosa, Fer, Viti, Mata, José y Javi) sufrieron, disfrutaron y se enamoraron de esta carrera tanto o más que yo, que puedo compartir con el Cuñao 16h15 minutos de sufrimiento sin discutir (todo lo contrario), que hay gente a la que parece que no, pero le importo (gracias Eva por preocuparte por nosotros), que de fiesta no hay pareja igual que Viti y Pablo, que puedo confiar a mi mujer a Coco y que por muchas locuras que haga y muchas tonterías que se me ocurran, ahí vas a estar siempre tú, Rocío.

1 comentario:

Miguel Ángel R. dijo...

Enhorabuena Isaac. Un referente para mí.
Gran crónica.
Gran gran corredor de trail.
Y gran gran gran persona.
Mi respeto y admiración.

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