102 MANERAS DE CORRER

Mega -Crónica de los 102 Madrid-Segovia. Por José Valencia. 

                               Equipo Villanueva II. Segundos clasificados




Toda relación que se dilata en el tiempo, ya sea sentimental, de amistad, de odio o laboral sufre sus altibajos. Se ríe, se sufre, se culpa, se piensa en el otro o demasiado en uno mismo, etc. Y aunque el ser humano por naturaleza es egocéntrico algunos saben sobrellevarlo, intentan ponerse en la piel del otro y consolidan esa relación. Nosotros estuvimos 15 horas y media en el camino de Madrid a Segovia, muchas de ellas “padeciendo”, las menos haciendo gracias, otras apoyándonos o “mirándonos de reojo” sin saber si el otro iba tan mal como yo o peor, y lo supimos superar, no es fácil, somos humanos, pero se puede. 


“Desnuda la mañana y sin sol, que frío hace en este amanecer, un rayo de esperanza relampaguea en la ciudad” (Jesús de la Rosa).


Recuerdo que al amanecer del día 21 de septiembre me reencontré con los viejos conocidos de entrenos y correrías. Peñu de Marchámalo, Javi Núñez de los raptor, Irene y José Antonio del Parque Cataluña de Torrejón y decenas de rostros conocidos del ultrafondo ansiosos por empezar. 

El cielo estaba colmado de nubes que parecían no querer irse. Pero fue un espejismo.

El equipo al que yo pertenecía, VILLANUEVA-2, estaba formado por Rivilla, Úbeda, Edu y yo (José Valencia). A los que hay que sumar a Manolo Briones y sus dos donut de chocolate con Red Bull, que desde un principio dijo que vendría con nosotros, aunque participaría de manera individual. Nuestro objetivo era el de bajar de 15 horas, pero sin pretensiones, ya que el año anterior nos planteamos un reto imposible para nuestras posibilidades reales y lo pagamos muy caro. 

Lolo Verdeal, que había entrenado muy duro y se estrenaba con el club estaba decidido a intentar bajar de las 12 horas. 

El otro equipo, VILLANUEVA-1, estaba compuesto por Guille, Miguel, Amores y TBayón. Se planteaban terminar juntos y, como cualquiera que se ponga en una salida, en el menor tiempo posible. 


1-Manera de correr número 1, de Castellana a Tres Cantos.
Reprimiendo las ganas. 

“La gente pasa a mí alrededor, sus gestos me van diciendo algo, empieza a brillar el sol y, su calor me va llegando” (Jesús de la Rosa) 

Este año habíamos planeado hacer las cosas con algo más de cabeza. El trato era el siguiente, tramos de 10 kilómetros = 80 minutos cada uno hasta Cercedilla, hacen un total de: Nos quedan fuerzas para afrontar el tramo final.. 




Así que fuimos reprimiendo el ímpetu que nos llevaba a querer ir más deprisa y a no seguir la cantidad de corredores que nos adelantaban, cantando, bailando y lanzando gritos de ¡VENGA!, ¡VAMOS!, ¡AUPA!. Manolo, a la altura de Fuencarral decía “habéis visto como va la peña”. Y es cierto que mientras nosotros trotábamos en segunda, todo el mundo corría en cuarta y nos adelantaba alegremente. Todos, grandes, pronadores, pequeños, altas, supinadoras, menudas y todo tipo de runners. 
“Bueno, tranquilos, sigamos el ritmo marcado desde el principio, que esto es muy largo”, pensaba, y así se lo transmitía a mis compañeros, que asentían. Aunque no se decir si realmente estaban de acuerdo. El caso es que al final nos alegramos de haberlo hecho. 
Aun así, como el cielo parecía darnos una tregua sobre las previsiones de la semana que decían que el calor seria intenso, aceleramos un poco…lo suficiente para llegar a Tres Cantos con 15 minutos de adelanto sobre el horario previsto. Asumible. 




Fernando, que cada año nos deleita con UN CHISTE pero con 1.254 versiones del mismo, ya iba por la número 725 en la que el zumo que sacaba era de pera, tras empezar con fanta de naranja y pasar por mandarina (si queréis saber el chiste mejor os lo cuenta el, que tiene más gracia que un servidor) 
El Equipo Villanueva 1 venia pisándonos los talones, a unos 400 metros, Briones incluso hizo la goma de los unos a los otros, asimilando el chocolate y la taurina del desayuno. 
Venían fuertes. Tomás Bayón nos silbaba y se frotaba las manos. 

2-Manera de correr número 26, de Tres Cantos a Colmenar. 
Todo está cerca ¿de donde?. 

Al igual que cuando vamos al Parque Natural de Alcalá estamos en territorio MANOLO, de Tres Cantos a Colmenar nos internábamos en territorio EDU. Por eso dejamos que él nos guiase. Como buen lazarillo nos dirigió por el carril bici, nos bajo por la dehesa y señalo con su dedo índice hacia Colmenar, “está ahí mismo” decía. ¿Y la cuesta Edu, cuando termina, Edu? (la famosa del cementerio, justo a la entrada al pueblo), “Na, este repechito, y donde se ve ese coche blanco se acaba”. Pues la maldita pendiente que no se acababa, y ¿donde dice Edu que hay un coche blanco?. Menos mal que tan solo llevábamos 25 km. y con sorna le replicábamos “Na Edu, aquí mismo, ya está hecho”. 




Así llegamos al punto de avituallamiento de Colmenar. Repusimos agua y viandas para en unos diez minutos ponernos de nuevo en marcha, justo para cruzarnos con el Equipo 1 que llegaba en ese momento. 

 3-Manera de correr número 42, de Colmenar a Manzanares. 
Sanidad recomienda no hacer ejercicio en las horas centrales del día. 

“Hace falta valor, hace falta valor, ven a la escuela de calor. No Des Un Mal Paso, No Des Un Mal Paso, Esto Es Una Escuela De Calor”. (RF) 

De repente el cielo se pelo de nubes, sacando a relucir su brillante calva azul y amarilla. Eran las 12:00 del mediodía, tocaba empezar a sufrir. Conocíamos de los años anteriores por dónde íbamos y sabíamos que los dos siguientes tramos, y con calor, son de los que hacen pupa. 
Aun así el tramo de 7 kilómetros hasta el puente medieval y el siguiente de 8 hasta Manzanares fueron a un ritmo bastante bueno, seguíamos con un mínimo pero soportable adelanto sobre lo previsto. 
El primero en notar los efectos de la temperatura fue Edu, al menos eso nos pareció al resto. Manolo dijo “a Edu le atizo el del mazo”, y ya sabéis que Manolo de futbol no sabe pero de esto del correr está de vuelta y media. Lo cierto es que desde el Puente Medieval se quedaba unos metros que recuperaba haciendo la goma. Cuando le preguntábamos que tal, decía “bien”, en fin que esperáis de Edu, que diga “mal”, un mal gesto, un improperio. Esas palabras no existen en su vocabulario. 




Bajando la cuesta hasta Manzanares nos reagrupamos para comernos unos macarrones calientesespesoscontomateyalgoquepareciaqueso en el km. 42. 
Era el maratón, ya solo nos quedaban 61.000 metros. 

 4-Manera de correr número 64, de Manzanares a Cercedilla. 
Averno. 

Si lo que vas a decir no es más bello que el silencio, no lo vayas a decir (M. García) 

Pensar mucho solo te trae problemas. Pues más vale no hacerlo, así que para adelante. 
En Manzanares como en el resto de avituallamientos te ponían la bebida en vasos de plástico, para que hubiese para todos los participantes, por lo que no podíamos rellenar las “cantimploras” para hacer previsión hasta el siguiente punto, que con el calor que hacía era más que cauto y recomendable. Por lo que preguntamos al paisano voluntario donde estaba la fuente más cercana. Había dos opciones, desviarse al pueblo o seguir el camino que “en tres y pocos kilómetros hay una fuente” al lado de la Ermita tal y tal. 
Lógicamente seguimos el camino, no era cuestión de hacer metros de más bajando al pueblo y desandando lo hecho. 
El calor hacia daño y hubo unos largos minutos en los que nos empapamos de silencio. Si hablo se me seca la boca, mejor habla tú, pero mejor no lo hagas que sino lo mismo te contesto y se me seca igualmente. 

Los gemelos me empiezan a temblar, me temo que…. 

Los tres kilómetros a la fuente más cercana se convirtieron en cuatro, los cuatro en cuatro y medio, en cinco… y cuando empezábamos a perder la esperanza de que tal fuente existiera, y estábamos a punto de volvernos para pedir “explicaciones” apareció ante nosotros. 
En este punto me encontré con un conocido de Torrejón, Alberto Ramírez Vicente. ¿Cómo vas? Que pregunta, verdad. 
Nos vino como agua de mayo pero en septiembre. De esta manera afrontamos los últimos dos kilómetros de dura cuesta hasta la Plaza de Mataelpino. Km.50, solo nos quedaba la mitad más 2. 
En Matalpino nos recibe entre aplausos Carlitos, el hijo de Peñu. Allí esta su padre sujetando una pared del Ayuntamiento con las piernas temblorosas, mientras su mujer le aplica Réflex. Esta tocado, nos dice, pero no hundido, y pese a los calambres que le vienen dando desde hace kilómetros está dispuesto a seguir. Le advierto que viene la que seguramente es la parte más dura de los 102, que es ir desde Mataelpino a La Barranca a las 14:00 de la tarde con la que cae e invirtiendo si vas tocado como mínimo hora y media, siendo optimistas, en hacer esos 8 kilómetros. 
Comemos chocolate, membrillo, avellanas sin pelar, bebemos coca-cola caliente, agua, isotónica. Una mezcla que seguramente solo sea capaz de soportar un estomago como el de Briones. Pero con hambre y sed…… 
Hablando de Briones, ¿Dónde está? De repente había desaparecido. Sin duda que ya olía la panceta que Margui le estaba preparando en Cercedilla y se fue despidiéndose a la francesa. Preocupados por él (unos más que otros), y no sabiendo si se había vuelto, si realmente había sentido la llamada de la panceta o si se había metido en algún bar, empezamos a llamarle a voz en grito. Hasta que un eco nos contesto “voy de camino “.
Camino de La Barranca es un espectáculo vernos. 200 metros por delante va Fernando, que cuando hace esto es porque va mal. Le conozco, son muchas batallas juntos, y sé que es mejor dejarle a su aire, de darle espacio para que sufra solo. De nada sirve hacer por llegar a él, ya que en cuanto te vea por el rabillo del ojo te hará un fartlek para buscar la soledad de nuevo. 
Yo voy con Rivilla, que empieza a notar pinchazos en la ingle y la cicatriz de su reciente operación de hernia cambia de color, y este no es bueno que digamos. 
Detrás viene Edu, aun con el mazo en la chepa. Peñu ha intentado pegarse a él, pero enseguida se ha dado cuenta de que su ritmo es otro y cae en la cuenta de lo que debe hacer en ese momento y que todos sabemos, y que todos hacemos, PENAR. 

                                   ¿Manolo?, estará comiendo panceta. 

Los cuatro nos reagrupamos para sellar, no nos miramos, no nos hablamos, tenemos ese poder de superhéroes que nos hace saber lo que piensa el otro. EN NADA o EN ¿QUE HAGO YO AQUÍ? 
Los gemelos no paran de temblarme, me bajo las dos medias de compresión, buscando alivio. Bebo agua, como un gajo de naranja y sin apenas parar sigo hacia delante, sin mirar atrás. No puedo parar, si lo hago no sigo. Sé que me espera Cercedilla, y allí tengo apostadas todas mis esperanzas de recuperarme, y no por la panceta, sino porque algo martillea en mi subconsciente diciéndome que será de esa manera. 
Por este tramo de carretera voy trotando.. Arrastrando los pies, cada vez que hago el juego de doblar el empeine el gemelo me avisa que ahora manda él, aquí no vale la técnica de carrera al uso sino el haz lo que puedas. Me alejo de mis compis. 
Fernando llega, Edu Llega, Rivilla llega. Y los cuatro entramos en Cercedilla con la duda de si seguiremos adelante. Parece que ha pasado una eternidad y “solo” han sido nueve horas. 
 El caso es que estábamos en el horario previsto….. 

5 -Manera de correr número 79, de Cercedilla a Fuenfría. 
Y a los 35 minutos resucitó. 

“Ahora siento que llegó el día, que tengo ganas de vivir, de atravesar los muros y ruinas que aunque pase el tiempo están ahí, y florecer como un hombre nuevo sin miedo a las tragedias por venir. (Jesús de la Rosa).

Allí estaba Manolo, aseado, haciendo la digestión de la panceta y expulsando el humo de un cigarro (por la boca), preparado para partir. Nos da ánimos, besos y abrazos mientras corre para Segovia pensando “que mal los veo”





Que paso en los 35 minutos siguientes para convertir el no saber si seguiríamos o el “que mal les veo” de Briones en un “VAMOS”. 
La verdad es que el cuerpo a veces tiene una increíble capacidad de recuperación, superación y sufrimiento. 
A mí, lo primero que me dio un empujón de vida fue ver a mí chica, mi mujer, mi esposa. 
Después, el tinglado que nos habían montado entre Nati y Margui (y no me olvido de Laura Briones, que nos relleno los botes y siempre estuvo atenta. Y es que lo de la FAMILIA BRIONES ALFARO no tiene nombre, y si lo tiene hay que escribirlo como yo lo hago EN MAYUSCULAS), con las sillas, la mesa, la panceta, el pan, la bebida, fue magistral. Creo que lo que ocurrió fue, que realmente desconectamos de la carrera. Abrimos una puerta invisible y pasamos del cuarto oscuro de las 102 al patio de nuestras casas en una tarde de sábado. Sentados, relajados, comiendo la pseudo paella, departiendo, oliendo como se fríe la panceta, incluso los niños correteaban alrededor, vamos, que faltaba la cervecita y la piñata.. 
Despertamos del sueño y de repente nos encontrábamos en otra carrera, ya no estábamos en los 102 de Madrid a Segovia, sino en los 37 de Cercedilla al Acueducto. Habíamos saltado la enorme zanja del día y el anochecer nos esperaba en la otra orilla con los brazos abiertos. 
Llamamos al otro equipo, ya están de camino. 
Vamos… 

“He muerto y he resucitado” (E.Urquijo). 

Salimos de las calles de Cercedilla, Rivilla con sus bastones de Harry Potter, Fernando y Edu con los de aprendices y yo “a pelo” para encarar la subida. ¿al cielo? ¿al infierno?..
Mira que he corrido carreras de todo tipo, en todas las situaciones, pero no recuerdo nada tan apoteósico como esta subida a Fuenfría y posterior bajada a Segovia. 
En la subida nos salió la vena de cortador de cabezas, yo comande la avanzadilla y espada en mano (con todo el respeto pero somos rebanadores) fui desmochando todas aquellas testas que en la mañana de ese mismo día cantaban y nos pasaban en Fuencarral. Lo siento, pero somos lo que somos, y teníamos que cobrarnos lo que por ley era nuestro, nuestro código ético villano lo proclama en sus leyes no escritas, no lo podíamos aplazar para otras carreras. Eso sí, cercenamos los gaznates sin ensañamiento, con un corte pulcro y limpio. Incluso antes de dar el golpe nos preocupábamos por su estado. Así cayeron a la cesta una, dos, tres, una pareja, un trio, hasta una treintena de ultrafondistas nos entregaron su alma sin rechistar. Alguno incluso nos vitoreo antes de darnos la mocha “ESE EQUIPAZO”. 
Ya estamos aquí, en la cumbre. Corremos, pero a Rivilla le dan un par de latigazos en la cicatriz y aflojamos, cada vez que corre sufre, por lo que decidimos que en la bajada nos lo tomaríamos con calma. Aunque luego, paso todo lo contrario, estábamos desatados. 




6-Manera de correr número 100, de Fuenfría a las calles de Segovia. 
Me pareció entender que en este tramo íbamos a ir más despacio…. 

Si pudiera ir más despacio, sin tropiezos ni traspiés, Si el camino fuera suave, si no hubiera que correr (C. Goñi). 

Ahora llegaban las dos etapas más largas de la prueba, de 11,500 metros cada una. Si vas tocado y de noche se pueden hacer realmente eternas. Cambiamos los bártulos de primavera por los de otoño, nos ponemos el frontal y nos lanzamos a tumba abierta, que en ese momento era ir a 6 y y o 7: y y minutos el km. saltando por el campo, volando por la noche como cuatro luciérnagas en formación. 




“Cuando pite el kilómetro andamos, cuando pite el kilómetro corremos”. Así, en un fartlek tan demoniaco como temerario, con los músculos a punto de no sujetarnos, la mente en blanco, trastabillando, en el límite de lo saludable pasamos de villanos a héroes, de héroes a leyenda. Una leyenda que solo nosotros y ese camino trillado de Fuenfría a la Cruz de la Gallega recordara.

Si Fernando llega a pillar la naranja del chiste……uff. 

Pues vamos a por el siguiente, nos quedaban 11 km, con un camino lleno de socavones que solo ves cuando metes el pie en uno de ellos. Entonces, cuando Eduardo Lozano Valverde se puso a correr como un poseso fue cuando Tomás Rivilla Márquez pronuncio una frase que pasara a los anales de la historia villana “Me pareció entender que en este tramo íbamos a ir más despacio”, algo que el propio Lozano había propuesto minutos antes. 
Pues sí, allá se ven arder las frías luces eléctricas de la ciudad, que nos darán la bienvenida. Pues sí, ya nos acercamos a ellas y cada vez relucen más. Pues sí. 

Me llama Verdeal, ha bajado de 12 horas. 
Me llama Nati y me dice que Briones ya está en Segovia, 14:23. 
La alegría nos da el último empujón. 

Así, como cabras mecánicas, después de trece torceduras de tobillo, tras 7 ibuprofenos y 18 maldiciones llegamos a las puertas de Segovia y gritamos ¡YA ESTAMOS AQUÍ! 

7-Manera de correr número 102, de las calles de Segovia hasta el Acueducto. 
Apoteosis. 

Y la gente, asombrada y boquiabierta, salió a los balcones, reunidos abuelos, hijos y nietos, lanzando a su paso purpurina y confetis a la vez que gritaban ¡Aúpa Villanos! (Libro del buen rebanador capitulo CII)

Y por las calles de Segovia, buscando el Acueducto dimos el penúltimo recital, cantamos la última oda al ultrafondo. 





Oye, esperar, no se vayan todavía, que han quedado ustedes segundos por equipos. Suban, suban. Sonrían a la cámara, click y tomen este trofeo que lo acredita. 
Allí nos aplaude Manolo Briones, Javi Núñez, la mujer de Peñu y las decenas de personas que se agolpan a la puerta de nuestro cielo. 






Javi Núñez nos acompaña hasta el polideportivo, a nuestro ritmo, sin acelerar, al son de las muñecas de famosa, nos duchamos y nos metemos en el bus. Llegando a Castellana me llama Miguel, terceros por equipos, Peñu llego con ellos a meta. 
Qué alegría. Que cansancio
Fueron 102.000 metros de puro sufrimiento, de puro goce. Una nube al alcance de pocos. 

Y ahora si has llegado al final sin aburrirte con mi prosa te pido perdón por la chapa, pero la ocasión lo merecía y como ponía en mi dorsal soy el bloguero del club, Es lo que hay. 

Si en el transcurso del relato me olvide de alguien le pido perdón. Y a la vez doy gracias a todos los que se acordaron de mí. Y se pusieron en mi piel. Ya sabéis que yo siempre me pongo en la del otr@. 

Está nube de 102 km. esta dedicada a Nati, que se pone en mi lugar y comprende esto que hago.

"Lejos de las leyes de los hombres, donde se diluye el horizonte........

12 comentarios:

El Peñu dijo...

Enhorabuena y gracias por lo que me toca.
Es increible como se unieron y se separaron nuestros caminos, aunque para no separarme de algunos de vosotros (del equipo de Miguel) me costo practicamente llorar en silencio de dolor y pinchazos que sentia en la piernas (practicamente acabe un bote de reflex y dos ibuprofenos en los ultimos 37km) para poder llegar humildemente hasta la meta con algún miembro de la gran familia VILLANA.
Espero para el domingo tener ya mi crónica, donde también habrá numerosas alusiones a vosotros, ya que si no las hiciera no trendría ningún sentido ni validez la crónica.
Un abrazo a todos

Manuel Briones dijo...

Jose gracias por el comentario hacia mi familia, lo hacemos de corazon para esta buena gente que compone este club, como ya dije hubiera cambiado la hora de menos que tarde por subir al podium con vosotros,pero como dice un colega mio hay mas dias que longanizas.
GRACIAS A TODOS Y ENHORABUENA.Como dices Jose HE MUERTO Y HE RESUCITADO CON LAS CENIZAS UN ARBOL HE PLANTADO.........

Edu dijo...

Manolo nos vio mal en Cercedilla porque él salia y nosotros llegabamos, ! que diferencia !.

Terminé con una sensación muy buena, de haber levado un ritmo muy regular. Es verdad que por algunos tramos de Manzanares, Matalpino y la Barranca iba con el radiador echando humo, no con malas sensaciones si no que el motorcito no me daba para más a esa temperatura. En esos momentos el equipo te ayuda mucho en mantener la concentración y no desconectar. El resto es poner un poco de oficio.

En los tramos finales remontamos muchas posiciones y eso es muy buena señal o por lo menos te da la confianza que nos lo hemos planteado bien.

Gracias a todos

EL TIO DEL MAZO dijo...

Enhorabuena Joselon!!!!Eres un crack.

Jesús dijo...

Mooola!!! buena crónica!!!

...el resto ya está todo dicho, a no!!! enhorabuena al Peñu y a la cabra loca del Fonta!!!

Un bratzo chalaos!!!!

Anónimo dijo...

Enhorabuena compañeros!
BIENN,BIEN,BIEN,HA SALIDO BIEN!
Por lo que a mì respecta me enseñais un montón y os admiro,esas ganas,esa capacidad de sufrimiento y todos esos valores que demostrais que teneis hacen de vosotros lo que sois;ójala pueda en un futuro plantearme hacer con vosotros algo asì,pero como dicen algunos,despacito,ves despacito,y que sè que es con la mejor intención,pero yo viendo esto que haceis me digo a mí mismo: MARICONADAS LAS JUSTAS,JEJEJE!!
Ole por todos y por el equipo en sí,que cada uno pone lo suyo!
FELICIDADES!!
Y para tí Jose Valencia,flipo contigo tio,me encantan tus crónicas y eres un bloguero especial,felicidades amigo!
Un saludo a todos!!!
javi pèrez

Abuelo Runner dijo...

Muchas felicidades a todos los componetes de ese grupo de buenos amigos.. creo que lo importante es llegar independientemente del tiempo empleado, cada uno tiene sus obligaciones diarias y algunos casi no pueden entrenar lo que les gustaria.
Un abrazo y felicidades, muchas gracias por vuestro comentario en mi blog.

MERCE dijo...

CHULISIMA LA CRONICA!!!!!!
Lo has relatado tan al detalle que por un rato creo que nos has echo participes de vuestra alegria sufrimiento y logro claro que si.
A seguir disfrutando chicos.

NATI dijo...

Que pedazo crónica ",claro que ha llevado su tiempo", 100 km dan para mucho ya se ve, pero ¿ que no es capaz de superar un villano?. felicidades por vuestra carrera y por hacernos participes de vuestra experiencia .Pedazo de equipos y dos individuales que nos representaron en 102 km
CHICOS SEGUIMOS ADELANTE Y SUMANDO

Pipi Calzaslargas/ B.López dijo...

Qué crónica Jose, nunca dejas de sorprendernos.

Enhorabuena por ser tan grande!

Pepe Jaen dijo...

Enhorabuena Campeones, por unas horas fuisteis dioses del Olimpo.

Jose, la cronica CHAPOOOOOO.

FERNANDO dijo...

Este año posiblemente ha sido el que mas he sufrido, pase durante muchos momentos de la carrera situaciones que no habia vivido en ediciones anteriores pero la experiencia nos decia que en algun momento esto tenia que cambiar aunque ese momento parecia que no llegaba, desde el principio planteamos una buena carrera y todo fue pasando como dice el gran escritor Jose.
Yo por mi parte agradecer a todos los que antes, durante y despues de la carrera nos ha apoyado, agradecer a Nati y los Briones su apoyo en Cercedilla aunque me dejara el montado de panceta sin tocar, agradecer en mayusculas a mis compañeros....
Edu, apesar de los momentos malos nunca persistio como si nada pasara y apoyando al equipo.Gracias EDU
Tomas, siempre pendiente y aunque con la dolencia constante de su operacion nunca se planteo desistir y en un momento a 2 km que me derrumbe no se separo de mi ni un metro.Gracias Tomas
Jose, el es el que mejor me conoce(muchas situaciones juntos lo avalan), sabia realmente por lo que estaba pasando y siempre me pregunto como iba y me daba ese apoyo que en esta carrera es imprescindible. Gracias Jose
Ya os lo dije en Meta SOIS LA HOSTIA y sin vosotros esto no hubiera sido posible y.....
Agradecer a mi FAMILIA que siempre me han apoyado en esta carrera aunque desde fuera parezca una locura pero es mi locura MI NUBE.

Un Saludito.

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