Crónica de Miguel Ángel Rozas Rodriguez.
Cuando descubres esta carrera, lo primero que te llama la atención es
una palabra que desconoces, MAGNETOTERMIA.
Busqué su significado y me costó dar con él, pero al final encontré lo que
estaba buscando. Y pronto llegué a una conclusión; MAGNETOTERMIA, no tiene una
acepción concreta, ni dos, ni tres tampoco. Me di cuenta que es una de esas
cosas que no te pueden contar ni explicar; que solo sabrás que es, si lo vives,
si lo experimentas, si lo pruebas, si lo sientes. Y no dude ni un segundo en
tenerlo muy claro, yo quiero estar en Tres Valles el 10 de marzo del 2019 y
descubrirlo. De todas maneras, os voy a ir aliñando la crónica con unas
pinceladas de lo que es la MAGNETOTERMIA para que os hagáis una idea.
MAGNETOTERMIA es
emocional. Es aquello que forma parte de lo excepcional.
Es lo que sentimos, y
nos transmite la montaña…va mucho más allá.
Es una ACTITUD hacia
la VIDA. Son emociones.
Montañas, retos
imposibles e inconformismo.
Es dormir soñando y
soñar viviendo.
Es aventura.
Mi "historia" con esta carrera empezó ya hace bastantes
meses, no sé cómo di con ella, pero desde el primer momento me atrapó. Aunque
sí que es cierto que saber que a partir del 2017 pasaba a ser bianual, hizo la
espera demasiado larga. Pero finalmente las hojas del calendario iban pasando y
poco a poco se conocían avances de la edición del 2019. La fecha elegida, el 10
de marzo. El recorrido prácticamente nuevo con 35K y +2500. Y por fin la
noticia esperada, el 11 de enero a las 11:00 horas se abrían inscripciones.
Solo para 200 elegidos. Tenía que ser uno de ellos, no había otra alternativa.
Todo preparado para el gran día; había que ser muy rápido y tener dos pantallas
en el trabajo ayuda un poco; una hoja de texto con todos los datos en una y en
la otra la web de Tres Valles. Preparados, listos, ¡YAAA! A las 11:00 en punto
empieza la fiesta. "Copia - pega", "copy - paste",
"control C - control V" ¡y conseguido! Tengo mi dorsal, que teniendo
en cuenta que los 200 duraron unos tres minutos, ya tiene mérito.
MAGNETOTERMIA es un
instante. Es atardecer.
En ocasiones amanecer,
pero solo cuando has corrido toda la noche.
Son dos noches sin
dormir.
Y a partir de esa fecha, las que se aventuraban como unas semanas muy
excitantes para acabar de afinar la preparación para Tres Valles, se tornaron
en unas semanas muy intensas por circunstancias personales varias que no vienen
al caso. Falta de tiempo, falta de entrenos, preocupaciones, cansancio, poco
descanso y para rematar una gripe. Pero como no hay excusas que valgan y al mal
tiempo buena cara, y a pesar de que valoré muy intensamente el no ir a La
Alberca, finalmente y muy a última hora, concretamente el sábado a las 17:00
horas, es decir 16 horas antes de la salida, decidí que seguro que merecía la
pena coger el coche y meterme 300 km hasta Salamanca para estar en la salida de
Tres Valles y evitar el hueco vacío de mi dorsal. Y vaya si mereció la pena.
MAGNETOTERMIA es la
adrenalina en cada paso de esa arista, en la que un error te lleva al abismo.
Es la piel de gallina
en esa cima.
El miedo en la
tormenta, que te enseña que puedes luchar contra muchas cosas, pero no contra
la naturaleza.
Describir la carrera es muy complicado, porque en mi opinión se trata
de una carrera muy atípica y muy especial. También es muy difícil definirla con
algún adjetivo o alguna frase. No sé, quizás bestial, o brutal, o salvaje, o
increíble, o al límite, o radical, o exagerada, o indómita, o colosal; pero
también pura, sincera, mágica, asombrosa, real, auténtica, genuina, íntima. En
fin, quizás una mezcla de todo sea lo más exacto.
MAGNETOTERMIA es perder
la percepción del tiempo, de la distancia… es correr sin reloj.
Es salir con lo mínimo
y llegar sin NADA.
Es silencio e
ingravidez.
Esta carrera, además, tiene el añadido de tener una ubicación
privilegiada. Todo el meollo tiene como epicentro a la maravillosa y
espectacular La Alberca, siempre en los primeros lugares de las listas de los
pueblos más bonitos de España. Y el recorrido transcurre por la Sierra de
Francia, que junto con la de Béjar son reserva de la biosfera. Poco más se
puede pedir. Muy difícil de mejorar.
Tres Valles no te engaña, ya el nombre te lo dice todo. Tres subidas y
tres bajadas. Aunque este año también había una pequeña "trampa". Sales y pronto enfilas hacia la Peña de
Francia. Y la ves a lo lejos y la ves colosal y piensas que es imposible llegar
a ella y conquistarla. Pero vaya si lo haces. Es una subida dura, muy dura,
pero llegar a lo más alto no tiene precio. Zig zags, cortafuegos verticales y
una última parte muy técnica por rocas. Después de la primera subida, pues
viene la primera bajada. Posiblemente la más "suave" del recorrido,
que sin prisa pero sin pausa te acerca irremediablemente a la subida a la Mesa
del Francés.
MAGNETOTERMIA es transformar
las derrotas en aprendizajes.
Ver que que lo que
fueron sueños se convierten en experiencias.
Nostalgia, porque
tiempos pasados NO fueron mejores.
Reconozco que esta subida a la Mesa del Francés me ha dejado
profundamente impactado. Ha sido lo más salvaje del día con diferencia. Es más
corta que las otras dos subidas del recorrido, pero mucho más vertical, con más
pendiente y con unos tramos por laderas infinitas de piedras y rocas
absolutamente bestiales y salvajes.
Finalmente coronas y empiezas con la segunda bajada que te lleva hacia
el valle de las Batuecas, primero a la vera del Arroyo del Chorro y luego a la
del mismo Río Batuecas. Y de repente giro brusco a la izquierda y llega la
novedad de este año, que para mí se convierte en una trampa. Estamos sobre el
km 23 y posiblemente es para lo que yo tenía fuelle. No es una subida larga,
pero si dura y técnica y a mí me deja bastante tocado. Una vez superada a duras
penas enfilamos hacia el Convento primero y luego el Monasterio, que es la
antesala de la última subida del día, el Portillo.
MAGNETOTERMIA es apretar
los dientes durante cuatro horas, porque sabes que no queda nada para llegar a
la meta.
Terminar exhausto y
pensar en “la siguiente”.
Disfrutar sufriendo,
porque tienes un “para qué”…
Esta es la subida más tendida del recorrido y la más
"corrible" para el que pueda hacerlo a estas alturas, pero también
tiene desnivel y hay que superarlo. Reconozco que para mí fue muy agónica, con
pocas fuerzas, pero con mucho tesón y esfuerzo y tirando más que nunca de
MAGNETOTERMIA consigo alcanzar el mirador del Portillo, la carretera, y el último avituallamiento y ya enfilar la
última bajada hacia La Alberca y la ansiada meta.
MAGNETOTERMIA es volver
a casa, después de 24 horas de vuelos.
Decisiones y primeras
miradas.
Es dejarse llevar…
quizás para volverse a encontrar.
Y a estas alturas seguro que os preguntáis si finalmente encontré la
famosa MAGNETOTERMIA, pues os tengo que confesar que sí, me la encontré de cara
y básicamente me soltó dos ostias con la mano abierta, una con la derecha, en
la subida “trampa”, que me dejo al límite y otra con la izquierda, en la última
del Portillo, que me remató. Que no, que es broma. Si, la encontré; pero llegué
a la conclusión de que no existe una única manera de entenderla y que cada uno
tendrá la suya. Para mi MAGNETOTERMIA son muchas cosa juntas; es montaña, es
campo, es una senda, es un camino, es un cortafuegos, son rocas, son piedras,
es una subida, es una bajada, es correr, es andar, es trepar, es escalar, es
silencio, es el ruido del agua, es el viento, es la lluvia, es el frio, es el
sol, son árboles, son bosques, es verde, es amarillo, es gris, es azul, es
blanco, es soledad, son tus pensamientos, es compañía, son los tuyos, son tus
amigos, son tus compañeros, son viajes, son risas, son ánimos, es apoyo, es una
foto, es una panorámica, es sentir, es libertad, es disfrutar, es sufrir, es
agonía, es proponerte, es luchar, es intentarlo, es conseguirlo y si no volver
a intentarlo, es cruzar la meta, es compartirlo, es magia, es crecer, es
mejorar, es ampliar, es aprender, es enseñar, es compartir, …, y es una forma de entender la vida, pero
sobre todo es una ACTITUD, porque
recordar aquello de que “somos gente
normal haciendo cosas increíbles”.
MAGNETOTERMIA es trazar
un camino donde no lo hay.
Subir a fuego y bajar
como si no hubiera mañana.
Es no mentirte a ti
mismo porque la VIDA siempre devuelve la verdad.
Quiero dar las gracias a la gente de Tres Valles por “inventarlo” en
primer lugar y sobre todo por el trato y el mimo a los participantes.
Muchísimos voluntarios, magnificos avituallamientos, perfectamente marcado y
balizado el recorrido y una pasada llegar a meta en los últimos lugares y que
todo siga montado, que sigan los speakers y que te siga recibiendo Manu nada
mas cruzar al Meta. Gracias, gracias infinitas.
MAGNETOTERMIA es NO
olvidar nunca tus orígenes, NUNCA.
Saber que lo
importante no es lo que suceda, que lo que realmente importa es cómo te afecte.
La sensación de
soledad, saber disfrutarla, saborearla y entenderla.
Y también quiero dar las gracias a mi familia, a mi padre, a mi
hermano y a mis sobrinos que se cogieron el coche y se fueron a pasar la mañana
a la Sierra de Francia. Reconozco que encontrármelos de repente al final de la
subida del Portillo fue un subidón. Iba muy jodido y gracias a ellos recuperé
el ánimo y las fuerzas.
MAGNETOTERMIA es abrazarl@
cuando llegas a casa tiritando de frío.
Es lo más importante:
los AMIGOS!
Es todo aquello que
forma parte de lo excepcional, aunque en ocasiones no se pueda explicar.
Su máxima, es la
actitud positiva, la evolución constante, la búsqueda de retos vitales.
Buscando los orígenes
más radicales y salvajes; es una forma de vida… una ACTITUD
Como en la batalla de las Termópilas, fuimos 300 los que tomamos la
salida. 90 se nos quedaron por el camino y 210 los que llegamos a Meta. Y yo
tuve la enorme suerte de ser uno de ellos. En el puesto 201 y con un tiempo
de 7h 25’ 49’’. Mucho tiene que pasar o mucho tienen
que cambiar las cosas para que en el 2021 no esté de nuevo en la línea de
salida de La Alberca para disfrutar-sufrir de otro Tres Valles. Y por supuesto
me gustaría estar bien acompañado. Ya os lo contaré.
3 comentarios:
Siempre sublime Miguel. Lo que daría yo por saber explicarme así y hacer de la proeza literatura autentica. Como bien sabes y dices es increíble lo que son capaces de hacer las personas normales.
Lo malo de contarlo tan bien es que seguramente no le demos el merito suficiente al logro que hiciste que fue descomunal. Yo si te lo doy don Miguel.
No sé si esto me llegara para el 2021. Si fuera así cuenta conmigo para buscar la ansiada magnetoterapia.
Enhorabuena Miguel! Por la cónica y por la carrera. Cuando ves los tiempos y los ritmos, piensas que algo "raro" debe haber ahí. Al ver esos pedregales en cuesta, se entiende todo...
Yo tampoco tengo muy claro cuáles serán mis objetivos en los próximos años pero, si siguen relacionados con esto del trail, habrá que tener muy en cuenta esta carrera.
Aunque lo de la inscripción debe ser de locos...
Enhorabuena de nuevo!
PD: Joselón, no te martirices, te ha dado tanto el sol en la cocorota que es normal que se te esté debilitando la pluma ;·)
Vaya carrera chula que te has marcado Miguel,dura,agreste y autentica; sin duda.Trail de verdad.Un placer leer tu cronica,como nos tienes habituados.
Enhorabuena! y en la siguiente edicion, aun es pronto para decirlo pero....no conozco esa parte del sistema central y creo que es una oportunidad inmejorable.
bien Miguel!!
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