Temporada 2016-2017 - Capitulo XCVI - IV Talamanca Trail Atalaya Running Night



            -MEDALLA DE CHOCOLATE-




Siempre voy buscando una nube a la que poder dar caza. Las suelo cazar de día, pero no renuncio a hacerlo en la oscura noche. Por eso me fui con Juanjo, Nati y Jenny la noche del 10 de junio a Talamanca de Jarama, para atrapar otra más y así redondear parte de mi pequeño catalogo de carreras y estares.


Este “Trail” ya lo conocía de hace dos años, si bien y como suele pasar en carreras de este tipo, la organización cambio el circuito del mismo, para hacerlo más divertido y duro (dos palabras aparentemente opuestas pero muy atrayentes para el corredor popular).

Además de esto añadir el calor que era sofocante.

Llegamos con suficiente tiempo pero no calentamos, ¿para qué? A las 21:00 se dio la salida que nos llevo por casi dos kilómetros de asfalto para salir a un camino que se bifurcaba hacia el margen del rio Jarama.

Aquí separaban las carreras de 10 de la de 21 que era la elegida por los dos villanos. Aquí llegó la primera sorpresa del recorrido “cruzar unos 20 metros del cauce del rio de orilla a orilla, con el agua a la altura de los tobillos”. 


Nada más cruzar el rio nos metieron por un kilómetro de terreno en barbecho autentico, para así junto al agua formar una argamasa de barro y arcilla digna de moldear por  un alfarero. Sigo detrás de Juanjo sobre el km. 3 pero sé que esto es pasajero. Las taloneras se me resbalan a medio pie y no puedo plantar todo el peso de mis albarcas en el suelo, con lo que voy de puntillas y haciendo ruido, algo que un pronador como yo no se puede permitir, por lo que me hago a un lado, me descalzo y me deshago de las taloneras, me uno a la grupeta y sigo;  ya Juanjo se va en lontananza.



Desde aquí hasta el km. 9 es un no parar de subir y subir en el que veo a la figura de Juanjo cada vez más lejana y desdibujada en cada curva, con culminación en el km 10,5 con una pendiente dura que desemboca en el Vellón ,  sus 906 metros de altura y  la atalaya que da nombre a la carrera que vigila displicente al pueblo de Talamanca.


Aquí ya empieza a oscurecer y es imprescindible el frontal. Además las bajadas son bastante peligrosas (hacer cálculos de lo que para mis pies y mi cuerpo es peligroso). Y como no me queda otra, en el semi llano que se puede meto el turbo, en las bajadas resbaladizas y empinadas saco el tacatá y las subidas las hago con el corazón en la boca a base de zancadas largas, muy largas...

De Juanjo ya nada sé, pero para ser sinceros me encuentro bastante bien, vengo de dos palizas en Lupiana y Ocejón (“paliza entre comillas) y las piernas me responden. En el falso llano y subiendo no paro de coger a las grupetas que me adelantaron en las bajadas peligrosas y de dejar corredores tras mi “estela”.

Pero…cuando me empiezo a auto motivar sobre el km.16 mis pies erran el camino y yo les sigo. Cuando mi cerebro lleva ya un rato consumido por la adrenalina reposa y manda una señal de alarma a los ojos, “miro delante y no hay luces de corredores, miro atrás y no hay luces de corredores, miro detrás, miro delante de nuevo y no veo luces de corredores”, un momento( me paro en seco) esas luces que se van alejando al otro extremo… ¡ostias! Y desando lo corrido, trastabillo, me caigo, me cago en la santa madre que pario al tal paneque, me levanto y llego al camino original; engancho a un corredor y le pregunto por qué km va (por hacer cálculos) y según su crono y el mío me he cascado 600 metros más, en fin gajes del oficio.


De la mala leche que llevo se me va la olla y pongo el velocímetro a tope, en los siguientes tres kilómetros y poco antes de volver a cruzar el rio Jarama (esta vez por un puente) voy adelantando progresivamente a esos corredores que ya adelante, y como en un “deja vu” vuelvo a hacerlo. A kilometro y medio de la meta me uno con una pareja en la que la chica según le dicen va segunda clasificada femenina, como no quiero volver a errar de nuevo ya que  por peso, edad, oscuridad  y condiciones voy limitado, aparte que en los cruces no existe demasiada información, me uno a ellos hasta el final.

Y así por las calles de Talamanca regreso al punto de parida y entro en meta dando palmadas a los niños que están allí animando y que me tratan como a una figura mundial…

Allí me esperan Nati, Jenny y Juanjo. Yo casi no me doy cuenta en ese momento pero voy empapado de sudor hasta las trancas y no hay manera de frenar la hemorragia (será por el calentón de los últimos kilómetros).

Tras calmarnos y refrescarnos nos acercamos al tablón de las clasificaciones por ver como hemos quedado. Juanjo cuarto sénior y yo cuarto veterano B (Master-50). 

-Medalla de chocolate – Me dice Juanjo mientras da un trago a su cerveza.

-Brindemos por ello- le contesto yo coca-cola en mano (me tocaba conducir de regreso a casa).

En fin. Nos comimos el bocata, charlamos y volvimos a Villanueva.

Lo mejor al margen del chocolate de la medalla que era del 80% fue la compañía. SIN DUDA.





88 LLEGADOS A META EN LOS 21KM.


PUESTONOMBRECATEGORIACONTROL 10,5META
11JUAN JOSÉ JAÉN SERRANO0:55:501:53:59
37JOSE FERNANDEZ VALENCIA1:00:402:12:50



CLASIFICACIONES COMPLETAS:
http://youevent.es/sport/multimedia/clasificaciones/ClasificacionTalamancaTrailAtalayaRunningNight21km-2.pdf


6 comentarios:

Jesús dijo...

Si es que te pierde el ansia viva!!! Ya podéis descansar majos!!! que vais a media de montaña semanal!!!

El Peñu dijo...

Cuando una cosa gusta y encima se disfruta, no hay q dejar de hacerla. Bravo Villanos

Pepe Jaen dijo...

Enhorabuena villanos, no se os
resiste ni una, buena cronica bloguero.

Javi dijo...

Felicidades, sois unos monstruos. Oye, la camiseta que OS dieron también eran chulisima.

Anónimo dijo...

Enhorabuena a los dos por esa carrera.


Jaime hijo

La Roble dijo...

A vosotros os da igual el calor, sois NON STOP! Enhorabuena chicos! Ahora descansad y coged 2 o 3 kilitos que estáis que os lleva el aire.

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