Las mil vidas de un serrano en 200 carreras





Corría el verano del 2012, cuando escapando de un amor me uní al Club Atletismo Villanueva, sabía poco de correr, me ponía unos pantalones cortos de jugar al fútbol, unos calcetines de deporte y unas zapatillas que pensaba eran de atletismo, no tenía ni GPS, ni sabía de marcas, ni de series, simplemente encendía el crono de mi Casio y me ponía a correr.


Poco a poco, viendo a uno y otro empecé a aprender y el gusanillo del atletismo se me fue metiendo dentro, dando sentido a muchos momentos de mi vida. Sin hacer ruido, esas personas que me habían abierto a un nuevo mundo, se fueron convirtiendo en mi familia, sí, mi familia villana.
Los rondos, las series, esos primeros viajes a Salamanca, a Segovia, las quedadas, más entrenos, más kilómetros, más y más carreras, las fotos de equipo, tantos momentos inolvidables…




Mientras mi vida evolucionaba, segundas partes, rupturas, enfermedades, despedidas, el atletismo siempre estaba allí, dándome una vía de escape, una motivación, una ilusión. Siempre tenía esa meta que alcanzar.



Las marcas fueron bajando, en 10K, en Media Maratón y así hasta atreverme a correr un maratón, en compañía de mi hermano Gaspar. Sin ninguna duda uno de los días más inolvidables de mi vida. 


En el 2016, llegué a las 100 carreras como villano, madre mía 100 carreras, pero no me detuve allí, seguí y seguí corriendo, para intentar cada día ser un poquito mejor, llegaron las ligas villanas, mis primeros pódiums en carreras, más viajes, más momentos. Si echo la mirada atrás, son tantos los recuerdos..


Y esta temporada, las 200 carreras, que mejor carrera para alcanzarlas que en la carrera de tu club. Doscientas son muchas, muchos entrenamientos, muchos días de sufrimiento, muchos dolores, muchas carreras, tocando todos los palos, asfalto, montaña, triatlones, siete maratones, cinco de ellos en Madrid, días de una alegría inmensa y otros más complicados que duraban lo que duraba mi cabeza en buscar el siguiente reto.


Las historias empiezan y aunque no lo queramos terminan, y con esta carrera 200 en el Club Atletismo Villanueva, acaba mi etapa con mi familia villana. Qué mejor manera que alcanzando una cifra redonda como esta. Hay momentos que tienes que dejarte guiar por los sentimientos y a veces ocurren situaciones que te dan ese impulso a tomar una decisión difícil, pero que considero es la mejor.
Quiero agradecer a todos mis compañeros y compañeras de este club que me han acogido durante casi 7 años. Ahora comienza una nueva etapa. Nos vemos seguro en el asfalto, en algún camino, en unas pistas o compartiendo línea de salida en cualquier carrera.
Un abrazo familia. Mi familia villana.

2 comentarios:

ROSA dijo...

Que gran historia en pocos años, 200 carreras son muchas, enhorabuena!!
Y siento mucho que te vayas del club, seguro que te ira bien en tu nueva etapa,
y como dices espero que nos sigamos viendo con las zapatillas puestas...

Jesús dijo...

Bién paquetillo, un placer haber coincidido contigo. Seguro que nos vemos por ahí en cualquier medio ;-)
Un abrazote!!!

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