Anthony
Burgess fue un escritor y músico ingles.
Entre sus obras se le recuerda por escribir “La naranja mecánica”, un libro que
trata (más o menos) sobre el libre albedrio y la opción del ser humano de
elegir entre el bien y el mal
, sin que estos sean manipulados por los sistemas. En el mismo emplea una jerga
inventada. El nadsat.
En esta
crónica del Ocejón con la que los
seteros decimos adiós a la temporada montañera (o no) empleo esa jerga (la cual señalo) y
plagio algo de esa idea. A mí manera.
Crónica
de El Pronador Errante
¿Y
ahora qué pasa, eh?
Estábamos
mis cinco drugos seteros, Mata, Juanjo, Miguel, Sergio y Edu el que las corre
todas (¿que realmente las corre todas?), y yo el dedón percherón, vestidos
de rojo esperando que dieran las cinco para subir al Ocejón. Quemándonos los rasudoques
bajo el sol impenitente de un verano que nos enseña la patita pero que no
termina de venir para asustarnos y quemarnos de verdad, cuando apareció de
entre la multitud Robert, un ex drugo que nunca dejo de serlo y que decidió
acompañarnos. Bueno, en realidad luego cada cual iteo a lo suyo y lo que
le daba su cuerpo. No en vano el pico esta a más de 2.000 metros de altura y se
parte de Robleluengo que está a 1000. Calculen ustedes mismos queridos drugitos.
Quizás
ustedes, oh hermanos míos, piensan que para unos chelovecos avezados en
una y mil drastar por el camino como nosotros, que nos pasamos
los fines de semana paseando por el campo buscando setas y productos afines, y
que en algún caso han perpetrado este año maratones y ultra trail, esto de 1000
metros es como si fuera un itear campestre más. Pero por Bogo, su
coro celestial y todos los Santos de la frenética zapatilla de trail, que esto
no es así. Ya que para todos es ya el mes de junio y llevamos desde septiembre
sin parar de gular. Trasnochados, embarrados y ojerosos, mis queridos y
adorados drugitos.
Antes de
la salida devolvimos saludos, abrazos y besos a partes iguales entre todos los starrios
conocidos que allí nos encontramos, y es que los seteros somos tan famosos como
queridos por toda la faz del universo silvestre, ya que nuestras hazañas van
más allá del boca a boca y algún día cuando las piedras se puedan comer terminaran
por convertirse en un serial de media tarde en alguna cadena de mediaset.
Sí,
cuanto litso conocida, Jorge Caminero, Raúl Valverde (el mudo), Goyo
Cortijo (el de Brihuega), Toni e Irene (de Torejón), José de Villanueva (el que
cabalga con sus perros), Bea Garcés, José Luis y Diego villanovense también ……y
otros muchos vecos que mi cabeza starria llena de lagunas no
atina con el nombre ahora. También videé entre matojo y matojo a El
chupacabras, Dracula, el mounstro de las galletas, Aznar, el cuélebre , etc.
Que me
disculpen los que no nombre, mi p y mi m me ensañaron a ser agradecido,
pero la memoria a veces no es cuestión de genética. ¡Que joroschó es
encontrarse con tantos vecos conocidos!
Entonces
, en un abrir y cerrar de glasos llegó el cheloveco Fernando Barbero
que es el que organiza todo este tinglado, nos dio con su golosa de
acento vallecano las pertinentes instrucciones de uso y con el chumchum de su célebre cencerro (como siempre) dio
la salida.
Así los
seis malencos villanos vestidos a la última moda setera, de rojo pasión,
empezamos la intergaláctica subida al joroscho Ocejón, mientras
dedicábamos un musical pedorreo con nuestros labios a nuestras sombras que no
paraban de perseguirnos.
Quizás alguno de ustedes,
oh hermanos míos, ha paseado su bloto por estos
lares para correr esta media maratón de montaña, afortunados y bendecidos seáis
de por siempre jamás. A los que no lo hicieron les invito a venir algún sábado
de primeros de junio para deleitar sus ojos y patas con el espectáculo.
Yo, oh hermanos, he hecho
rasras aquí con esta del sábado hasta trece veces. Por ese motivo y porque ya lo conté 12 veces antes, me ahorrare detalles
del circuito, el jaral, los charcos, el barro, los olores y las pulsaciones a
180 en algún tramo de subida. Lean con retrospectiva, vengan o échenle
imaginación. Solo les aconsejo que no dejen pasar su chisna sin haber
venido.
Salimos corriendo, cracando,
aunque alguno más deprisa que otro. Atravesamos Majaelrayo donde paramos en el
único bar del pueblo y único abierto a esas horas y nos deleitamos piteando
con un vaso de moloco reciente ordeñada y galletas oreo.
Antes del primer
avituallamiento alguien craco ¡! CABEZÓN! me gire y vi ha Juanele el prestidigitador
de JUYPA, hice un malenco parar en mi transitar para saludarle y así
poder coger aire.
Y venga, oh mis queridos drugitos y drugitas,
que ya empieza lo bueno, el lugar donde el verdadero setero se defiende como
gato panza arriba, la subida, allá donde dejas de correr y te pones a andar.
Las zetas se hicieron eternas, empezaba yo a notar
la superdescompensación de los Picos de Europa, pero no era el único, al poco enganche a mi brato Mata y con el
pare en el ocenjoncillo a tomar un par de cervezas con almendras y aceitunas
con hueso, para seguir hasta la cumbre donde nos retratamos como manda la
tradición setera.! Selfie, selfie, selfie!
Oh hermanitos, entonces llegó la cosa. Oh, qué
celestial felicidad, que dorogo y chudesño es encontrarse en lo más alto.
Allí a dos mil y pico metros te sientes bolche, bolche. Con la rota
abierta de estupefacción. Entre timbales, violines y música de viento, como si
fuera una melodía de mi admirado y bendecido Beethoven, oh, era una maravilla
de maravillas, que no me canso de degustar año tras año, perdiendo bajo
nuestros pies toda gravedad y elevándonos al cielo.
Bajando, mientras devolvíamos palmadas a los que
subían, nos ocurrió un hecho sin
precedentes en la historia setera, ya que en un trail se anda pero la
adrenalina se nos agarro a las venas, fuimos poseídos por el Bogo asfaltero
y nos dio por correr como besuños y el pobre drugo Mata que
llevaba mal cuerpo pues se había tragado un hueso de aceituna de las del
ocenjocinllo, trastabillo y dio de bruces con la pizarra ocejonera con la
cabeza en lugar de con los scharros como en otras ocasiones.
Oh hermanos, que mala lapa, que golpe en la
golová, que de sangre……….
¿Y
ahora qué pasa, eh? Amigos míos, mis únicos y verdaderos amigos, aquí empieza
la parte en la que nos damos cuenta de que somos y de dónde venimos. Somos
seteros y venimos del GTPE.
Así
qué, oh mis drugos, con vendaje provisional tipo rugby y con los yarboclos
bien puestos emprendimos una bajada sin precedentes a todo lo que arrastrasen nuestros
pies. Y
como perro lazarillo y al son de Notre Dame cual Cuasimodo guié a mi drugo
que es como si fuera mi brato por la senda de los seteros, un pie delante
de otro pie hasta llegar a Majaelrayo donde se unió a nosotros otro drugo
vestido de rojo y miznos negros , Sergio, para llegar a buen puerto, levantar
los brazos, cubiertos de sudor , barro y toda esa cala que ya sabéis.
Antes que nosotros llegó el pistolero más rápido de la ciudad, mi drugo Juan José Jaén, que puso en practica todo lo que le ha enseñado su p sobre el mundo setero.
¿Y bien hermanos y ahora qué?, metieron a mi drugo
en el carro UNO UNO DOS, le cosieron
como buenamente pudieron los militsos del poblado, invocaron a sus
Bogos para que el golpe sufrido por mi drugo fuese lo menos lesivo
posible, y entre puntada y puntada le obligaron a ver carreras en asfalto con
cero desnivel, relevos en pista, millas en zona 6. Le hicieron memorizar ritmos
de carrera. Le pusieron zapatillas voladoras… todo porque desistiese de echarse
otra vez al monte, para que dejase la seta, olvidarse de sus drugos esos que
hacen el típico ca co (más ca que co) y volviese al redil, al hábitat de los
atletas de VERDAD, esos que corren a ritmos fraudulentos.
Antes que nosotros llegó el pistolero más rápido de la ciudad, mi drugo Juan José Jaén, que puso en practica todo lo que le ha enseñado su p sobre el mundo setero.
Mientras esto ocurría entro por meta mi drugo
Miguel que era su primera vez en el ocejón, (virgen), que salió como un
bimbollo de Robleluengo y volvió al mismo pueblo para cruzar la meta hecho un
tronchapinos. Fuerte, duro y con unas futuras agujetas de la ostia.
También llego Roberto Gil y al poco el cheloveco
veterano Eduardo Lozano, mojado hasta los huesos ya que en el impase de nuestra
llegada y la suya cayo el chudesño diluvio universal que han visto mis
ojos.
Cuando Mata salió del UNO UNO DOS tenia la mirada
perdida, se arrimo a nosotros y balbuceo estas palabras “10.000 de Laredo en
marzo, el más llano de España”. Oh hermanos, le habían carcomido la sesera a
nuestro drugo Mata, ¡como era posible! . Antes de que pudiéramos
reaccionar salió corriendo, ¡como un atleta!, daba igual donde pero ¡TENIA
PRISA POR LLEGAR! , parecía haber perdido la antigua enseñanza setera “APUNTATE
A UN TRAIL QUE SE ANDA”.
Así, estuvimos llorando su pérdida el resto de drugos
que allí quedamos, mientras nos narrábamos nuestras propias peripecias del día,
dábamos cuenta a los bocatas de klebo con atún y recibíamos el premio artesanal ocejonero.
No podía ser posible que nuestro Mata, el Mata de
nuestras entretelas se pasase al otro lado. Creemos en el libre albedrio, sí.
Pero un setero es un setero. Así que nos recompusimos y el lunes fuimos a
esperarle a la salida de su casa. No dimos crédito, llevaba las voladoras
pulcras y sin un ápice de sucio y bugato barro, un pantaloncito corto
casi insultante, la camiseta de tirantes y ¡ni rastro de mochila y bastones!.
Le atajamos y le dimos lo suyo (5 enlaces de unos Ultra trail con 4000 a 6000
metros de desnivel) más doble ración (una ruta de wikiloc por Chiloeches) para
ver si entraba en razón.
¿Qué creen que paso? ¿Sigue siendo seta o es
atleta?.....¿andar es más fácil que correr?
Setero o asfaltero..
Pistero o andarin....
Percherón o atleta...
Fartlek o CaCo...
Setero o asfaltero..
Pistero o andarin....
Percherón o atleta...
Fartlek o CaCo...
En
un pueblo muy villano
Entre
asfalto y montaña
Vive
nuestro drugo Mata
Con
más fuerza que maña.
Se
levanta muy temprano
Para
correr y en vez en cuando andar.
Pero
un día una caída
Le
abrió su tierno melón.
No
te vayas Mata
No
te alejes de los setas
Adiós
Mata
Pensaremos
mucho en ti
No
te olvides Mata
Que
en el campo está tu hogar.
167
LLEGADOS, mis drugos y yo:
PUESTO | NOMBRE | TIEMPO |
---|---|---|
15 | JUAN JOSÉ JAÉN | 2:12:00 |
90 | SERGIO TRIGO | 2:45:00 |
91 | JOSÉ MATA | 2:45:00 |
92 | JOSÉ VALENCIA | 2:45:00 |
110 | MIGUEL A. ROZAS | 2:53:00 |
141 | ROBERTO GIL | 3:04:00 |
152 | EDU LOZANO | 3:16:00 |
3 comentarios:
Seguire cojiendo setas sin lugar a dudas, aunque eso de ir con la elite alguna vez habra que probar.
¡Bolche bloguero! Me dejas besuño con tu rascaso. Muy dobo. Un abrazo!
Genial Jose, genial. Una vez lo has hecho. Esta es otra de esas joyas de las que hablas a veces. No se si somos conscientes de lo que significa el blog y todas las crónicas e historias que aquí se recogen y se guardan. Espero que sí, porque yo creo que es un autentico tesoro.
Sobre las agujetas, pues tampoco tantas no te creas; solo tuve dos en realidad, pero muy grandes. Una ocupaba toda la pierna derecha y la otra toda la izquierda. :) :)
Me encantó subir al Ocejón, el momento de hacer cumbre impresionante. El año que viene sin duda te acompañaré de nuevo en tu 14ª ascensión querido drugo.
Nos vemos la tarde del primer sábado de junio del 2019 en Robleluengo. Te doy mi slovo.
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