The mechanical mushroom (La seta mecánica)- Ocejón 2018


Anthony Burgess fue un escritor  y músico ingles. Entre sus obras se le recuerda por escribir “La naranja mecánica”, un libro que trata (más o menos) sobre el libre albedrio y la opción del ser humano de elegir entre el bien y el mal​ , sin que estos sean manipulados por los sistemas. En el mismo emplea una jerga inventada. El nadsat.



En esta crónica del Ocejón  con la que los seteros decimos adiós a la temporada montañera (o no) empleo esa jerga (la cual señalo) y plagio algo de esa idea. A mí manera.






Crónica de El Pronador Errante



The mechanical mushroom (La seta mecánica)







¿Y ahora qué pasa, eh?



Estábamos mis cinco drugos seteros, Mata, Juanjo, Miguel, Sergio y Edu el que las corre todas (¿que realmente las corre todas?), y yo el dedón percherón, vestidos de rojo esperando que dieran las cinco para subir al Ocejón. Quemándonos los rasudoques bajo el sol impenitente de un verano que nos enseña la patita pero que no termina de venir para asustarnos y quemarnos de verdad, cuando apareció de entre la multitud Robert, un ex drugo que nunca dejo de serlo y que decidió acompañarnos. Bueno, en realidad luego cada cual iteo a lo suyo y lo que le daba su cuerpo. No en vano el pico esta a más de 2.000 metros de altura y se parte de Robleluengo que está a 1000. Calculen ustedes mismos queridos drugitos.




Quizás ustedes, oh hermanos míos, piensan que para unos chelovecos avezados en una y mil drastar por el camino como nosotros, que nos pasamos los fines de semana paseando por el campo buscando setas y productos afines, y que en algún caso han perpetrado este año maratones y ultra trail, esto de 1000 metros es como si fuera un itear campestre más. Pero por Bogo, su coro celestial y todos los Santos de la frenética zapatilla de trail, que esto no es así. Ya que para todos es ya el mes de junio y llevamos desde septiembre sin parar de gular. Trasnochados, embarrados y ojerosos, mis queridos y adorados drugitos.





Antes de la salida devolvimos saludos, abrazos y besos a partes iguales entre todos los starrios conocidos que allí nos encontramos, y es que los seteros somos tan famosos como queridos por toda la faz del universo silvestre, ya que nuestras hazañas van más allá del boca a boca y algún día cuando las piedras se puedan comer terminaran por convertirse en un serial de media tarde en alguna cadena de mediaset.



Sí, cuanto litso conocida, Jorge Caminero, Raúl Valverde (el mudo), Goyo Cortijo (el de Brihuega), Toni e Irene (de Torejón), José de Villanueva (el que cabalga con sus perros), Bea Garcés, José Luis y Diego villanovense también ……y otros muchos vecos que mi cabeza starria llena de lagunas no atina con el nombre ahora. También videé entre matojo y matojo a El chupacabras, Dracula, el mounstro de las galletas, Aznar, el cuélebre , etc.

Que me disculpen los que no nombre, mi p y mi m me ensañaron a ser agradecido, pero la memoria a veces no es cuestión de genética. ¡Que joroschó es encontrarse con tantos vecos conocidos!



Entonces , en un abrir y cerrar de glasos llegó el cheloveco Fernando Barbero que es el que organiza todo este tinglado, nos dio con su golosa de acento vallecano las pertinentes instrucciones de uso y con el chumchum  de su célebre cencerro (como siempre) dio la salida.



Así los seis malencos villanos vestidos a la última moda setera, de rojo pasión, empezamos la intergaláctica subida al joroscho Ocejón, mientras dedicábamos un musical pedorreo con nuestros labios a nuestras sombras que no paraban de perseguirnos.



Quizás alguno de ustedes, oh hermanos míos, ha paseado su bloto por estos lares para correr esta media maratón de montaña, afortunados y bendecidos seáis de por siempre jamás. A los que no lo hicieron les invito a venir algún sábado de primeros de junio para deleitar sus ojos y patas con el espectáculo.

Yo, oh hermanos, he hecho rasras  aquí con esta del sábado hasta trece veces. Por ese motivo y porque ya lo conté 12 veces antes, me ahorrare detalles del circuito, el jaral, los charcos, el barro, los olores y las pulsaciones a 180 en algún tramo de subida. Lean con retrospectiva, vengan o échenle imaginación. Solo les aconsejo que no dejen pasar su chisna sin haber venido.

Salimos corriendo, cracando, aunque alguno más deprisa que otro. Atravesamos Majaelrayo donde paramos en el único bar del pueblo y único abierto a esas horas y nos deleitamos piteando con un vaso de moloco reciente ordeñada y galletas oreo.

Antes del primer avituallamiento alguien craco ¡! CABEZÓN! me gire y vi ha Juanele el prestidigitador de JUYPA, hice un malenco parar en mi transitar para saludarle y así poder coger aire.

Y venga, oh mis queridos drugitos y drugitas, que ya empieza lo bueno, el lugar donde el verdadero setero se defiende como gato panza arriba, la subida, allá donde dejas de correr y te pones a andar.

Las zetas se hicieron eternas, empezaba yo a notar la superdescompensación de los Picos de Europa, pero no era el único, al  poco enganche a mi brato Mata y con el pare en el ocenjoncillo a tomar un par de cervezas con almendras y aceitunas con hueso, para seguir hasta la cumbre donde nos retratamos como manda la tradición setera.! Selfie, selfie, selfie!




Oh hermanitos, entonces llegó la cosa. Oh, qué celestial felicidad, que dorogo y chudesño es encontrarse en lo más alto. Allí a dos mil y pico metros te sientes bolche, bolche. Con la rota abierta de estupefacción. Entre timbales, violines y música de viento, como si fuera una melodía de mi admirado y bendecido Beethoven, oh, era una maravilla de maravillas, que no me canso de degustar año tras año, perdiendo bajo nuestros pies toda gravedad y elevándonos al cielo.




Bajando, mientras devolvíamos palmadas a los que subían,  nos ocurrió un hecho sin precedentes en la historia setera, ya que en un trail se anda pero la adrenalina se nos agarro a las venas, fuimos poseídos por el Bogo asfaltero y nos dio por correr como besuños y el pobre drugo Mata que llevaba mal cuerpo pues se había tragado un hueso de aceituna de las del ocenjocinllo, trastabillo y dio de bruces con la pizarra ocejonera con la cabeza en lugar de con los scharros como en otras ocasiones.



Oh hermanos, que mala lapa, que golpe en la golová, que de sangre……….


¿Y ahora qué pasa, eh? Amigos míos, mis únicos y verdaderos amigos, aquí empieza la parte en la que nos damos cuenta de que somos y de dónde venimos. Somos seteros y venimos del GTPE.



Así qué, oh mis drugos, con vendaje provisional tipo rugby y con los yarboclos bien puestos emprendimos una bajada sin precedentes a todo lo que arrastrasen nuestros pies. Y como perro lazarillo y al son de Notre Dame cual Cuasimodo guié a mi drugo que es como si fuera mi brato por la senda de los seteros, un pie delante de otro pie hasta llegar a Majaelrayo donde se unió a nosotros otro drugo vestido de rojo y miznos negros , Sergio, para llegar a buen puerto, levantar los brazos, cubiertos de sudor , barro y toda esa cala que ya sabéis.

Antes que nosotros llegó el pistolero más rápido de la ciudad, mi drugo Juan José Jaén, que puso en practica todo lo que le ha enseñado su p sobre el mundo setero.




 ¿Y bien hermanos y ahora qué?, metieron a mi drugo en el carro UNO UNO DOS,  le cosieron como buenamente pudieron los militsos del poblado, invocaron a sus Bogos para que el golpe sufrido por mi drugo fuese lo menos lesivo posible, y entre puntada y puntada le obligaron a ver carreras en asfalto con cero desnivel, relevos en pista, millas en zona 6. Le hicieron memorizar ritmos de carrera. Le pusieron zapatillas voladoras… todo porque desistiese de echarse otra vez al monte, para que dejase la seta, olvidarse de sus drugos esos que hacen el típico ca co (más ca que co) y volviese al redil, al hábitat de los atletas de VERDAD, esos que corren a ritmos fraudulentos.

Mientras esto ocurría entro por meta mi drugo Miguel que era su primera vez en el ocejón, (virgen), que salió como un bimbollo de Robleluengo y volvió al mismo pueblo para cruzar la meta hecho un tronchapinos. Fuerte, duro y con unas futuras agujetas de la ostia. 


También llego Roberto Gil y al poco el cheloveco veterano Eduardo Lozano, mojado hasta los huesos ya que en el impase de nuestra llegada y la suya cayo el chudesño diluvio universal que han visto mis ojos.

Cuando Mata salió del UNO UNO DOS tenia la mirada perdida, se arrimo a nosotros y balbuceo estas palabras “10.000 de Laredo en marzo, el más llano de España”. Oh hermanos, le habían carcomido la sesera a nuestro drugo Mata, ¡como era posible! . Antes de que pudiéramos reaccionar salió corriendo, ¡como un atleta!, daba igual donde pero ¡TENIA PRISA POR LLEGAR! , parecía haber perdido la antigua enseñanza setera “APUNTATE A UN TRAIL QUE SE ANDA”.

Así, estuvimos llorando su pérdida el resto de drugos que allí quedamos, mientras nos narrábamos nuestras propias peripecias del día, dábamos cuenta a los bocatas de klebo con atún  y recibíamos el premio artesanal ocejonero.








No podía ser posible que nuestro Mata, el Mata de nuestras entretelas se pasase al otro lado. Creemos en el libre albedrio, sí. Pero un setero es un setero. Así que nos recompusimos y el lunes fuimos a esperarle a la salida de su casa. No dimos crédito, llevaba las voladoras pulcras y sin un ápice de sucio y bugato barro, un pantaloncito corto casi insultante, la camiseta de tirantes y ¡ni rastro de mochila y bastones!. Le atajamos y le dimos lo suyo (5 enlaces de unos Ultra trail con 4000 a 6000 metros de desnivel) más doble ración (una ruta de wikiloc por Chiloeches) para ver si entraba en razón.

¿Qué creen que paso? ¿Sigue siendo seta o es atleta?.....¿andar es más fácil que correr?

Setero o asfaltero..
Pistero o andarin....
Percherón o atleta...
Fartlek o CaCo...


Hasta aquí os puede contar vuestro Amigo y Humilde Narrador.





En un pueblo muy villano

Entre asfalto y montaña

Vive nuestro drugo Mata

Con más fuerza que maña.



Se levanta muy temprano

Para correr y en vez en cuando andar.



Pero un día una caída

Le abrió su tierno melón.



No te vayas Mata

No te alejes de los setas

Adiós Mata

Pensaremos mucho en ti

No te olvides Mata

Que en el campo está tu hogar.









167 LLEGADOS, mis drugos y yo:




PUESTONOMBRETIEMPO
15JUAN JOSÉ JAÉN2:12:00
90SERGIO TRIGO2:45:00
91JOSÉ MATA2:45:00
92JOSÉ VALENCIA2:45:00
110MIGUEL A. ROZAS2:53:00
141ROBERTO GIL3:04:00
152EDU LOZANO3:16:00

3 comentarios:

José M.Mata dijo...

Seguire cojiendo setas sin lugar a dudas, aunque eso de ir con la elite alguna vez habra que probar.

Gacela Treparriscos dijo...

¡Bolche bloguero! Me dejas besuño con tu rascaso. Muy dobo. Un abrazo!

Miguel Ángel R. dijo...

Genial Jose, genial. Una vez lo has hecho. Esta es otra de esas joyas de las que hablas a veces. No se si somos conscientes de lo que significa el blog y todas las crónicas e historias que aquí se recogen y se guardan. Espero que sí, porque yo creo que es un autentico tesoro.
Sobre las agujetas, pues tampoco tantas no te creas; solo tuve dos en realidad, pero muy grandes. Una ocupaba toda la pierna derecha y la otra toda la izquierda. :) :)
Me encantó subir al Ocejón, el momento de hacer cumbre impresionante. El año que viene sin duda te acompañaré de nuevo en tu 14ª ascensión querido drugo.
Nos vemos la tarde del primer sábado de junio del 2019 en Robleluengo. Te doy mi slovo.

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