La crónica de Carlos Serrano Aguilar. La hormiga (atómica).
“Más que una carrera – Lasterketa bat baino +”, este era el lema de esta edición de la Behobia y efectivamente lo es. Uno nota nada más pisar San Sebastián que ante todo es un gran acontecimiento social en Guipúzcoa. Un dato: dicen las estadísticas que el 1% de los guipúzcoan@s corren esta carrera, lo que no cuantifican, sin embargo, es la gente que se echa a las cunetas a animar a pesar de la climatología. Impresionante. Nunca correrás sólo...
En mi poco prometedora y corta trayectoria como atleta esta ha sido mi primera participación. Llegué con la familia desde Burgos el sábado por la mañana y pasamos un día estupendo, el clima acompañó, no como el día siguiente. No seré yo el que os descubra ahora esta bonita ciudad. Unos pintxos y un par de cervezas, luego Bruno descubrió lo rica que es la arena de la playa y Miriam quedó encantada con el hotel (frente a La Concha, hay que hacerle ver las ventajas que pueden traer de vez en cuando esto de las carreras populares…) y el txacolí. Muchos corredor@ por todos lados y de todos sitios (20.000 inscritos). Luego a la Feria del corredor en el Kursaal para comprar el billete del tren del día siguiente que me llevaría a Behobia. Llamada a Javivi que no localicé y a descansar pronto.
Con dorsal azul (la salida funciona por colores acreditando el tiempo en la inscripción) tenía la salida a las 11:12h, aún así madrugué, quería llegar con tiempo. Cielo encapotado pero no llovía, temperatura agradable. Llegué a las 9h a Behobia y a empezar a disfrutar: música, ambientazo: una autentica fiesta. Me voy a a calentar a Francia, literal (la frontera estaba abierta para facilitar la llegada de cientos de galos). En ese momento empieza a llover y ya no pararía. La élite salía a las 11h. Mi grupo como todos sale puntual, añadir que cuando me quedan 5 minutos veo a Javivi, en una pantalla gigante bailando, su grupo salía en ese momento…
La salida es más rápida de lo esperado, en llano, junto al río Bidasoa. El perfil empieza a subir y bajar en el kilómetro 2. Hasta el 3 no me entero, es el primer cartel indicador que veo. Empieza a llover cada vez más fuerte y a soplar rachas de viento laterales, pero voy disfrutando mucho. En el kilómetro 4 (Ventas de Irún) empezamos a bajar, así hasta el 6, son kilómetros para preparar la subida al Alto de Gaintxurizketa. Pequeño desnivel, empiezo a subir y mantengo un ritmo de poco más de 5 min/km, todo va según lo previsto. Con la lluvia y los ánimos, todo se vuelve pelín épico. El kilómetro 7, se me hace duro, es la parte principal de la subida. Luego desde el kilómetro 8 hasta el 12, es zona de toboganes con predominio de bajadas, rompepiernas, hasta llegar a Lezo. Aquí la gente se multiplica y aparecen bandas de música, speaker e incluso hay señoras que reparten fruta cortada. Aprovecho y me como un trozo de naranja que me viene estupendamente, pasé el kilómetro 10 en 50:57, quizás un poco rápido para mí teniendo en cuenta lo que quedaba. El Puerto de Pasajes se extiende por tres kilómetros del 13 al 15 y quizás es la parte más aburrida de la carrera, dado el entorno y porque también hay menos animación. Se supone que es zona para regular y preparar la subida al Alto de Miracruz (Km 16), más corto, pero más duro que Gaintxurizketa. Empiezo a acordarme de los pintxos del día anterior al llegar al barrio de Trintxerpe, ya estamos en San Sebastián y las piernas me empiezan a pesar. Comienza la corta y dura subida a Miracruz. Aprieto los dientes y llego arriba. Por momentos parece una etapa del Tour. La cuesta abajo del siguiente km (17º) la utilizo para recuperar, se supone que aquí se acelera, pero no me acompañan las fuerzas, por lo que preparo los dos kilómetros que quedan. Ya queda poco, soy consiente que la segunda parte la estoy haciendo más lenta, pero intento acelerar un poco, algo que consigo. Enfilo la Alameda del Boulevard donde está la meta, tengo la ilusión de ver a Bruno y Miriam pero con lo que llueve me doy cuenta de que estarán en el hotel, una pena, me hacía ilusión verlos al llegar. Finalmente cruzo línea de meta con un tiempo neto de 1:42:55. Objetivo cumplido, la idea era bajar de 1:45 y acercarme lo que pudiese a 1:40, pero se me ha hecho muy duro el final, sobre todo Miracruz.
En definitiva, carrera recomendable al 100%, sobre todo por su animación y su excelente organización. El año que viene a ver cuantos vamos.
Por último una nota negativa que muchos ya conoceréis, esta edición será recordada por el fallecimiento de un corredor experimentado por parada cardio respiratoria. DEP.
46 Behobia –San Sebastián (Nunca correrás sólo...)
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9 comentarios:
Enhorabuena, parece una carrera sin igual, sobretodo por eso que dices del txacoli, los bocatas de la foto y la propia playa. Una marca estupenda, que vayan tomando nota algunos
Enhorabuena Carlos,esta es una de las que tengo apuntada en la agenda para correrla un año de estos,espero que pueda ser pronto.
A alguno le van a temblar las patas cuando vean el tiempo que has realizado,muy bueno.
pero!!! y el resto de la carrera? yo creía que la Behobia era un maratón!!!
... me has dejado a medias cari!!!!
Muy bueno, la cronica y la carrera y gran marca, habra que mirarte de cerca.
Carlitos, si como ya te dije ese dia, me dabas envidia, ahora al ver esos pedazo de bocatas......no te quiero ni contar!!!!
Como sabes este año Rebeca y yo nos hemos quedado en lista de espera pero desde hora mismo te digo que al año que viene estaremos en la linea de salida, si o si.
Enhorabuena por tu carrera y por esa gran cronica.
Nos vemos "mochuelo".
Enhorabuena campeón, siento envidia sana, ya que por lo que cuentas debe ser una carrera en la que te lleva la gente, el ambiente es excepcional y lo mas importante esos BOCADILLOS. Joder eso son avituallamientos lo demás tonterías.
Enhorabuena campeón.
Enhorabuena "mochuelo", buen tiempo.
Yo también tengo intención de ir al año que viene.
Muy bien Carlos, esta carrera tiene que ser la pera.
Si todos los que dicen que van a ir el próximo año van, yo voy.
Por que son de mi ritmo....
Y un “paseo” por la concha siempre tiene su encanto.
Si,si, mucho ritmo, me temo que estamos pensando en los bocatas. Un sábado por la tarde en Donosti, picando un poquito, ufff.
Enhorabuena Carlos por el tiempo y lo bien que os lo habeis pasado.
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