EL LADRÓN DE NUBES
Calzando sus glycerin con un lápiz dando tumbos atribulados en su oreja, el percherón galopa sin cesar, saltando ríos, cruzando trigales, caminos y empedradas calles. Grabando en su cerebro el amanecer, los rayos de sol, el pisque de cada persona o cosa, el polvo del sendero, y las nubes del cielo, unas nubes qué, robándoselas al garmín describirá luego sobre un blog en un ilusorio propósito de encarcelar en una pantalla el tiempo para los demás.
Quedadas:
-Sábado a las 8:00 el bloguero sale desde el Ibercaja en su intento de seguir atrapar nubes, pese al calor…
-Domingo el mismo plan, otra ruta, el mismo fin
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1 comentario:
El domingo estoy allí
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